El ají de gallina es uno de los platos insignia de la cocina peruana y, según algunos autores, sus orígenes se deben a cocineros franceses que recalaron por allí tras la Revolución Francesa. No digo que no, pero a mí me recuerda a nuestra gallina en pepitoria.
Ingredientes (para 10 personas)
2 kilos de pechuga de pollo
3 o 4 zanahorias
1 puerro
Un par de hojas de laurel
5 cebolletas
5 dientes de ajo
5 cucharadas de pasta de ají amarillo
Un pellizco de cominos molidos
Un pellizco de cúrcuma
Un pellizco de nuez moscada
Pimienta negra molida al gusto
5 rebanadas de pan de molde sin corteza remojadas en lecho o en caldo de pollo
18 almendras
850 gramos de leche fresca semidesnatada
6 huevos duros
1 puñado de aceitunas negras deshuesadas
Elaboración
Se pone a hervir agua en una cazuela con el puerro, las zanahorias y las hojas de laurel. Mientras, se limpian las pechugas de la grasa que tengan. Cuando el agua ha llegado a su punto de ebullición, se echa un puñado de sal gorda y se introducen las pechugas. Se cuentan 5 minutos, se apaga el fuego y se dejan enfriar en el caldo.
En una sartén se ponen las cebolletas y los dientes de ajo, todo muy picadito y se dejan pochar a fuego suave. Cuando ya están blanditos, se añaden los cominos, la cúrcuma, la nuez moscada y la pimienta negra.
Por otro lado, en el vaso de la Thermomix (o en la batidora que se tenga) se echan las rebanadas de pan, la pasta de ají amarillo, la leche y las almendras. Se bate todo un minuto, velocidad progresiva de 5 a 10 y, a continuación, se añade al sofrito.
La pasta de ají amarillo se puede comprar en comercios de alimentación de especialidades latinas. También se encuentra en tiendas online
Se sacan las pechugas y se cortan en daditos (la receta más extendida es deshilachar la carne pero a mí me gusta más en cubitos), se pone en una cazuela de barro, se cubre con la salsa y se pone al fuego suave unos 10 o 15 minutos. El caldo de la cocción se reserva.
Está más rico si se hace el día anterior. En este caso, una vez que se junta el pollo con la salsa se deja enfriar y se mete en el frigorífico. Se calienta antes de servir. Si la salsa se hubiera espesado demasiado, se aclara con un poco del caldo de pollo.
Se sirve acompañado de patatas cocidas cortadas en láminas de un dedo de grosor y se decora con huevos duros cortados en cuartos y con aceitunas negras.
En lugar de patata, se puede acompañar de arroz blanco.
Ingredientes (para 10 personas)
2 kilos de pechuga de pollo
3 o 4 zanahorias
1 puerro
Un par de hojas de laurel
5 cebolletas
5 dientes de ajo
5 cucharadas de pasta de ají amarillo
Un pellizco de cominos molidos
Un pellizco de cúrcuma
Un pellizco de nuez moscada
Pimienta negra molida al gusto
5 rebanadas de pan de molde sin corteza remojadas en lecho o en caldo de pollo
18 almendras
850 gramos de leche fresca semidesnatada
6 huevos duros
1 puñado de aceitunas negras deshuesadas
Elaboración
Se pone a hervir agua en una cazuela con el puerro, las zanahorias y las hojas de laurel. Mientras, se limpian las pechugas de la grasa que tengan. Cuando el agua ha llegado a su punto de ebullición, se echa un puñado de sal gorda y se introducen las pechugas. Se cuentan 5 minutos, se apaga el fuego y se dejan enfriar en el caldo.
En una sartén se ponen las cebolletas y los dientes de ajo, todo muy picadito y se dejan pochar a fuego suave. Cuando ya están blanditos, se añaden los cominos, la cúrcuma, la nuez moscada y la pimienta negra.
Por otro lado, en el vaso de la Thermomix (o en la batidora que se tenga) se echan las rebanadas de pan, la pasta de ají amarillo, la leche y las almendras. Se bate todo un minuto, velocidad progresiva de 5 a 10 y, a continuación, se añade al sofrito.
La pasta de ají amarillo se puede comprar en comercios de alimentación de especialidades latinas. También se encuentra en tiendas online
Se sacan las pechugas y se cortan en daditos (la receta más extendida es deshilachar la carne pero a mí me gusta más en cubitos), se pone en una cazuela de barro, se cubre con la salsa y se pone al fuego suave unos 10 o 15 minutos. El caldo de la cocción se reserva.
Está más rico si se hace el día anterior. En este caso, una vez que se junta el pollo con la salsa se deja enfriar y se mete en el frigorífico. Se calienta antes de servir. Si la salsa se hubiera espesado demasiado, se aclara con un poco del caldo de pollo.
Se sirve acompañado de patatas cocidas cortadas en láminas de un dedo de grosor y se decora con huevos duros cortados en cuartos y con aceitunas negras.
En lugar de patata, se puede acompañar de arroz blanco.
Comentarios
Publicar un comentario
Os doy la bienvenida a mi blog. Espero que os resulte útil. Agradezco vuestras visitas y vuestros comentarios.