Pasta mafalda con alcachofas

Pollo en salsa

Esta receta se la hacía a mis hijos cuando eran pequeños (obviamente, sin las cayenas) y les encantaba. Es fácil y se puede hacer con antelación de un día para otro.

Ingredientes

8 muslos de pollo
2 zanahorias
1 cebolleta
1 pimiento verde italiano
1 tomate maduro
1 diente de ajo
1 vaso de vino de vino blanco
3 guindillas de cayena (opcional)
Agua
Sal y pimienta
Romero o cualquier otra hierba al gusto
Aceite de oliva virgen extra

Modo de hacerlo

Se pone a calentar el aceite en una cazuela plana y ancha. Se echa la cebolleta picada y se pocha suavemente. 

Las zanahorias y el diente de ajo se pelan y se cortan en trocitos y se añaden a la cocción

Al pimiento se le quita el rabo y las simientes y también se trocea. El tomate se puede cortar en trocitos o rallar, según guste (también se puede usar tomate frito ya hecho). El pimiento y el tomate se incorporan al sofrito y se sofríen unos minutos. 

Es el momento de añadir los muslitos de pollo, rehogándolos hasta que se doren por todos los lados. Se salpimenta, se echan las hierbas aromáticas y las cayenas, se mezcla todo bien y se echa el vino blanco y el agua hasta cubrir el pollo. Se tapa la cazuela y se sube el fuego hasta que empiece a hervir, momento en el que se baja a fuego moderado y se mantiene durante cuarenta o cincuenta minutos. Transcurrido ese tiempo, se pinchan los muslitos (yo utilizo un pincho de brocheta) para ver si ya están tiernos. Si no lo estuvieran se dejan unos minutos más pero con cuidado para que la carne no quede seca. Cuando los muslitos estén en su punto se apaga el fuego. 

Hay dos formas de servirlo: con la salsa sin triturar o, como preferimos en casa, sacando los muslitos a una fuente y triturando la salsa con la batidora de brazo. Luego se echa la salsa por encima del pollo. 

Muslitos de pollo con cebolleta, zanahoria, pimiento y tomate

Se acompaña muy bien con arroz blanco o con unas patatas fritas.








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