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Como todavía me sigue quedando mole rojo, he decidido irle dando salida que, por cierto, no sólo se usa en los tacos. De hecho, la primera vez que probé un mole (poblano en aquella lejana ocasión) fue con conejo y me gustó muchísimo.
El conejo es una carne que me encanta, pero que no utilizo mucho. En parte, porque resulta incómodo si lo hago en trozos, y encima cuando estábamos los 4 en casa acababa comiéndome las partes menos apetecibles: costillas, cabeza y los menudillos 😂 que no me disgustan, pero termina cansando 😂
Pero hace unos días en la carnicería, miraba el mostrador, indecisa hasta que vi el conejo y se me ocurrió pedirle al carnicero que lo despiezara en 6 partes, las dos paletillas, los dos muslos y los dos lomos completos.
Los dos lomos los hice al horno y, aunque quedó rico, todavía tengo que darle una vuelta. Y, para hoy, he descongelado las patas y los muslos y he hecho esta receta.
Ingredientes (2 personas)
Para cocer el conejo
1/2 conejo (2 paletillas y 2 muslos)
La parte verde de una cebolleta o de un puerro
Hojas de laurel
Agua y sal
Para el mole
50 gramos de mole rojo
120 gramos de salsa de tomate o tomate frito
1/2 cebolla morada (puede ser blanca, pero quería terminar la morada)
1 diente de ajo
2 cazos del agua de cocer el conejo
Elaboración
Se lava bien el conejo con agua fría y si se quiere con un chorrito de vinagre. En una cazuela se pone el conejo, se cubre con agua, se echa la sal, la parte verde de la cebolleta, las hojas de laurel y se lleva a ebullición, luego se baja a fuego moderado y se tiene, aproximadamente, una hora o hasta que la carne esté tierna, se apaga y se reserva.
Para hacer la salsa, se corta la cebolla en trocitos pequeños y se pone a pochar a fuego lento en una sartén. Cuando está blandita, se añade el ajo picado y se rehoga un par de minutos. Se incorpora el mole, se mezcla, se agrega el tomate frito y se cuece durante unos minutos, se echan dos cazos del agua de cocción del conejo y se deja reducir durante unos 15 o 20 minutos. Se introducen los trozos de conejo en la salsa, se continúa la cocción unos minutos hasta que se mezclen los sabores y se sirve.
Se puede acompañar con arroz blanco.
Gloria a mí me gusta la carne de conejo, pero no la como hace años, en casa no la quiere nadie, y mi madre y yo éramos las únicas que lo comíamos, así que ahora para mi sola nunca veo el momento.
ResponderEliminarNunca he probado el mole, pero me parece que me gustaría, es algo que tengo pendiente hacer un día de estos. Con conejo también me gustaría.
Besos
Hola, Concha: el mundo del mole es caso aparte, como decía en la receta de "Tacos de pollo al mole rojo de Oaxaca", es una salsa típica mexicana que tiene múltiples variantes en función de cada localidad y, si me apuras, de cada familia. Por lo que he leído su elaboración es compleja y lleva mucho tiempo. No obstante, ahora se puede conseguir mole en España vía online o en tiendas especializadas. Te animo a probarla porque es toda una experiencia de sabor. Besos.
EliminarNo hago este tipo de recetas, en casa ha gustado poco el conejo, y aunque al horno o con arroz queda muy bueno, poco más puedo hacer, excepto alguna preparación para el blog. No dudo que esa salsita esté para mojar pan. Por cierto, este plato también puede ir al proyecto de aprovechamiento de Marisa si el mole lo has empleado para darle salida. Yo aviso porque sé que participas en él y a lo mejor se te ha olvidado.
ResponderEliminarUn beso.
Buenos días, Lola: en realidad, el plato lo pensé para rememorar aquel primer conejo en mole que descubrí hace muchos años en un restaurante mejicano. Y, de hecho, todavía me queda más de medio bote de mole rojo, así que todavía dista mucho de haberse acabado jajaja. Y eso sin contar con el paquete de mole negro que aún no he empezado jajaja. Besos y buen fin de semana.
EliminarHola Gloria. La carne de conejo nunca la he cocinado, no nos llama mucho la atención aunque te diré que cuando la he probado no me ha desagradado, pero lo cierto es que no es de mis preferidas.
ResponderEliminarEsa salsa no la he probado pero estoy seguro de que con el toque que le das y con el cariño con el que la preparas proporcionará a la carne un sabor estupendo.
Me gustaría poder probarla pero es harto difícil jj.
Echaré un vistazo a esas lentejas. Hoy no dispongo de mucho tiempo.
Un abrazo.
Hola, Juan: veo que la falta de tiempo es generalizada, ¡Uff, abarcamos demasiado! Lo que os pasa en vuestra casa con el conejo, le pasa a mucha gente. Mi madre lo hacía de vez en cuando y le salía espectacular. A todos nos encantaba, menos a mi hermana que no lo podía ni ver. El día que el resto comía conejo con tomate, mi hermana comía pollo con tomate y tan contenta. Hace pocos años le confesé que lo que ella creía pollo, era en realidad conejo. No se lo podía creer jajajaja. Un abrazo.
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