Solomillo al whisky

Teniendo muchas amigas blogueras andaluzas, y entre ellas alguna sevillana, no sé ni como me atrevo a traer esta receta al blog. Así que pido humildemente perdón por si me he apartado mucho de la ortodoxia y he cometido alguna herejía 🙏, pero es que está tan, tan, tan rico 😋

El origen de este plato se remonta a la década de los 70 del siglo pasado en una cafetería de Sevilla. Cuentan que un cliente recién llegado de Francia le comentó al encargado que en un restaurante francés había tomado un plato que le había encantado y le pidió que intentara fusilarlo. Después de varias probaturas, el cocinero consiguió dar con la tecla, el cliente dio su aprobación y el plato terminó incorporado a la carta. Como se popularizó enseguida, se fue extendiendo a otros bares de la ciudad y, en la actualidad, creo que habrá pocos sitios en Sevilla que no lo tengan en sus cartas.

Y hace bastantes años, fue en un bar de Triana donde pedí un montadito de solomillo al whisky y me gustó mucho, de modo que en cuanto encontré la receta, terminé preparándolo en casa, hasta que, como me ha pasado con otras muchas, un día cayó en el ostracismo... hasta el martes pasado que, camino de la carnicería sin saber muy bien que pedir, me vino como un relámpago⚡️el recuerdo del solomillo al whisky, así que me hice con un solomillo ibérico y al llegar a casa busqué mi antigua receta. 

Esta receta lleva whisky y aceite de oliva virgen extra, sin embargo la original estaba hecha con brandy y mantequilla por lo que, volviendo al primer párrafo, sí que me he apartado de la ortodoxia. Ahora bien, a mi modo de ver, si un plato se denomina "al whisky" tiene que llevarlo, sí o sí. De lo contrario se llamaría "al brandy" 😂 y, respecto a la mantequilla, procuro utilizarla lo menos posible, así que la he sustituido por nuestro oro líquido.

Ingredientes

1/2 solomillo de cerdo ibérico (puede ser uno entero, dependerá del apetito)

1 catavinos lleno de whisky (he utilizado un bourbon)

Zumo de un limón

4 dientes de ajos enteros y sin pelar

Sal

Pimienta negra molida

Aceite de oliva virgen extra

Elaboración

El solomillo se corta en medallones de 1 o 2 centímetros y se salpimenta.  Cubrimos el fondo de una sartén con aceite, lo ponemos al fuego y cuando está caliente se doran los medallones de solomillo, más o menos, un minuto por cada lado. Se sacan y se reservan.

En el mismo aceite se echan los ajos a fuego suave hasta que se doren y se pongan blanditos, se incorpora el whisky, se sube el fuego y se deja evaporar el alcohol unos 3 minutos, se echa el zumo de limón y se deja cocer otro par de minutos. Finalmente, se añaden los medallones de solomillo, se mantiene la cocción 3 minutos, se sacan a una fuente, se les echa la salsita por encima y se sirve inmediatamente.  

Se suele acompañar con unas patatas fritas.