Pisto (sin apellido)

Desde siempre, cuando hago pisto es porque así lo he decidido con antelación. He comprado calabacines, cebolletas, pimientos verdes y tomates. Una vez en la cocina, corto todas las verduras en cuadraditos, sofrío la cebolleta y los calabacines en una sartén, los pimientos verdes en otra y, en una tercera, hago la salsa de tomate. Cuando están todas las verduras blanditas (o al dente, según me de), las escurro bien y las junto en una sartén grande o en una cazuela de barro y las ligo con el tomate frito. Et voilà.

Pero el otro día no fue así. Faltaba poco de más de media hora para la cena y en el cajón de la verdura estaban dos calabacines y medio pimiento rojo que se iban a estropear. No había mucha elección.

Ingredientes

2 calabacines

1 cebolleta

1/2 pimiento rojo

Salsa de tomate casera

Aceite de oliva virgen extra

Sal, pimienta, comino molido.

2 ó 3 huevos (opcional)

Modo de hacerlo

Se pica la cebolleta en trocitos pequeños. Se hace lo mismo con el pimiento rojo. Se pelan los calabacines y se cortan en cuadraditos.

En una sartén se pone a calentar el aceite, se rehoga la cebolleta picada. A continuación, se añade el pimiento y, por último los calabacines. Se salpimenta, se añade comino molido. Se sube a fuego mediano con una tapa sobre la sartén. De vez en cuando, se remueve para que se mezclen las verduras y no se peguen.

Cuando están las verduras en su punto, se añade la salsa de tomate. Se mezcla todo bien y se espera a que vuelva a hacer "chup chup", momento en que se escalfan los huevos, intentando mezclar la clara sin que se rompa la yema.

Aunque no reniego de mi receta habitual de pisto, ésta es mucho más rápida y menos engorrosa. Repetiré.