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Esta receta es fácil y resultona y dejarás de comprar latas de mejillones en escabeche que si son de buena calidad salen por un ojo de la cara.
Ingredientes
1 kilo de mejillones
2 hojas de laurel
2 dientes de ajo
1 vaso de vino blanco
Aceite de oliva virgen extra
1 vaso de vino de vinagre (utilicé vinagre de albariño)
2 cucharadas de pimentón dulce de buena calidad
Elaboración
Se limpian los mejillones bajo el chorro de agua fría, raspando la concha y quitándoles los filamentos o barbas que tienen entre las dos valvas.
En una cazuela se echa el vino blanco, las hojas de laurel y los mejillones y se ponen a hervir. A medida que se vayan abriendo los mejillones, los sacamos de uno en uno, se separan de las conchas y se reservan en un recipiente a ser posible de cristal.
El caldo de los mejillones se cuela y se reserva.
Por otro lado, en una sartén cubrimos el fondo con aceite y ponemos los ajos a dorar, pelados pero enteros. Cuando estén dorados, se aparta la sartén del fuego y se añaden las dos cucharadas de pimentón, se remueve bien con una cuchara de madera para que no se queme y se añade el vinagre y un vaso del caldo reservado. Se mezcla bien, se echa sobre los mejillones y se dejan enfriar, momento en el que se meten en el frigorífico donde se dejarán unas cuantas horas para que se mezclen los sabores.
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