Solomillo de cerdo a la pimienta verde

En teoría esto del confinamiento nos debería dejar más tiempo para hacer preparaciones más elaboradas, pero está ocurriendo todo lo contrario: entre el trabajo (por el que nos pagan), el adecentar la casa (que hay que tenerla limpia y desinfectada), leer los guasaps de familia, amigos y conocidos, llamar a los familiares y amigos que están solos o en situación de riesgo y, en mi caso, atender a los gatos (que si llego a saber esto, los cambio por dos perros 😄, NOOO, es broma) lo cierto es que las horas se pasan volando. 

Así que he recurrido a una de mis antiguas recetas fáciles y resultonas. 

Ingredientes (2 personas)

1 solomillo de cerdo ibérico

1 vaso de caldo de carne (como no tenía usé agua y una cucharadita de Brovil, si no se tiene pues una pastillita de caldo)

1/2 cebolla morada (o una cebolleta, o unas chalotas, de lo que haya)

1 chorro de coñac (o de algún otro licor oloroso)

1 cucharada de pimienta verde en grano (esto ya es más complicado sustituirlo porque el aroma de la pimienta verde es especial pero, si no queda más remedio, se puede usar pimienta negra en grano).

Aceite de oliva virgen extra

Sal 

Elaboración

Se dora el solomillo entero por todos los lados en una sartén con aceite. Se saca y se reserva en una fuente para el horno.

La cebolla se corta en trozos pequeños y se añade al aceite sobrante de dorar el solomillo para que se vaya pochando.

Cuando está pochada se le echa el chorro de coñac y el caldo de carne (en mi caso el agua con la cucharada de Brovril) y se deja reducir.

En un mortero se machacan los granos de pimienta verde con un poco de sal gorda. Cuando ya están machacaditos se echan sobre el solomillo, intentando impregnarlo por los dos lados y, a continuación, se le añade el caldo reducido.

Se precalienta el horno a 210º, cuando alcanza esta temperatura se introduce la fuente con el solomillo durante unos 20 o 25 minutos según guste el punto de cocción.

Se apaga el horno, se deja reposar 2 o 3 minutos, se saca y se sirve.