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No sé si os habrá pasado, pero a mí de recién casada no había cumpleaños, santo o día de Reyes que no me cayera algún regalo relacionado con la cocina, ya fuera una olla a presión, una fuente para el horno o un pequeño electrodoméstico. Y, entre estos últimos, estaba un molinillo eléctrico para el café. Los primeros años lo utilice con entusiasmo, hasta que un día deje de comprar café en grano para pasarme al molido y el pequeño molinillo cayó en el ostracismo. Llevaba siglos en la balda más alta de un armario de la cocina e incluso llegué a pensar en deshacerme de él, hasta que Cristina G. de A vueltas con los pucheros, en su receta de como hacer tandoori masala me dio la idea de volver a utilizarlo, convirtiéndolo en un triturador de especias 😁.
Hasta ahora cuando quería hacer algún curry casero, empleaba la minipimer, pero la mía no tiene accesorio picador, así que cada vez que la utilizaba para estos menesteres, mi encimera recibía el tributo correspondiente, ¡Vamos que ríete tú de la Agencia Tributaria! Unos aficionados, ya te digo 😂. La otra opción era usar la Thermomix, pero para obtener dos cucharadas de curry era como matar moscas a cañonazos 🙄. Sin embargo con el molinillo se pueden moler cantidades pequeñas que no salpican al llevar la tapa incorporada y en cuestión de segundos ya tienes la mezcla deseada 😀. Y ya de paso sirve para dar utilidad a un aparato que no hay nada que más rabia me de que tener chismes en casa ocupando espacio en vano. Así que ya sabéis, si tenéis en casa un molinillo de esos y que no usáis para su cometido original, atreveos a hacer vuestras propias mezclas de especias.
El caso es que ayer venía mi hijo a comer y pensé hacerle algo de pescado por lo que me fui a la pescadería sin saber que comprar... una vez allí ya vería y vi unos gallos con muy buena pinta. Compré uno pidiéndole al pescadero que me lo preparara en 4 filetes y ya de paso pedí la espina y la cabeza para congelarlas y, en un futuro, hacer un fumet. Por otro lado, llevo tiempo con el antojo de hacer unos mejillones al estilo belga y como el pescadero me dijo que venían gorditos, me animé. Una vez en casa al abrirlos resultaron ser una birria y por eso cambié de idea, los pondría de guarnición a los filetes de gallo. Así que, entre unas cosas y otras, me olvidé de la receta belga y me decanté por inspirarme en la cocina india.
La foto es poco o nada agradecida, normalmente hago dos, tres o incluso más y elijo la menos mala, pero iba con el tiempo tasado y es lo que hay. Los mejillones tampoco ayudan mucho porque eran realmente birriosos, si algún día vuelvo a hacer la receta intentaré remediarlo.
Ingredientes (3 o 4 personas)
1 gallo de algo más de un kilo de peso
1 kilo de mejillones
1 vasito de Manzanilla en rama de Sanlúcar
Harina
Aceite de oliva virgen extra
Sal
Para el Garam Masala
1 cucharadita de clavo de olor
Una pizca de canela
2 cucharaditas de pimienta de Jamaica en grano (puede ser pimienta negra)
2 cucharaditas de semillas de comino
3 cucharaditas de cardamomo
3 cucharaditas de semillas de cilantro
1 cucharadita de curry en polvo (el de toda la vida, que intento acabarlo y parece que se reproduce)
Para la salsa de Garam Masala
120 gramos de cebolla confitada
150 gramos de agua
1 bote de leche de coco (400 gramos)
Sal y pimienta negra molida
2 cucharadas de Garam Masala
1/2 cucharadita de ajo en polvo
1 cucharadita de jengibre en polvo
1 cucharadita de cúrcuma
25 gramos de aceite de oliva virgen extra
Elaboración
El Garam Masala
Se echan todas las especias en el molinillo y se trituran hasta que queden finamente molidas.
La salsa de Garam Masala
Echar el aceite en el vaso de la Thermomix, programando 6 minutos, temperatura Varoma, velocidad 1. Se incorpora la cebolla confitada y se programa 5 minutos (ya está pochada), a 100º y velocidad 1. Se agrega el agua, la sal y la pimienta molida y se vuelve a programar 20 minutos, a 100º y velocidad 1. Cuando finaliza el tiempo, se añade el Garam, el ajo en polvo, el jengibre en polvo, la cúrcuma y la leche de coco, se tritura 1 minuto a velocidad progresiva de 5 a 10 y se programa 10 minutos, a 100º y velocidad 1. Se apaga la Thermomix y se reserva.
Los mejillones
Se limpian los mejillones, se echan en una cazuela con el vaso de vino Manzanilla, se ponen fuego fuerte y se van sacando a medida que se van abriendo. Se lava la cazuela y se vuelven a poner los mejillones, se les echa por encima la salsa de Garam Masala y se les calienta a fuego suave unos minutos.
Inciso: no desperdicié el líquido que soltaron los mejillones, lo colé y luego al congelador.
Los filetes de gallo
Los filetes de gallo se salan, se enharinan y en una sartén con aceite se van friendo por los dos lados, cuidando de que no se hagan en exceso.
Emplatado
Se pone uno o dos filetes de pescado (para el "niño" dos 😁), se le añaden los mejillones con la salsa y se sirven.
Esta salsa no es nada picante, no le añadí ningún tipo de guindilla, así que es apta para las personas que no toleran el pique. Hubiera quedado muy bien si le hubiera añadido un poco de cilantro picado o, en su defecto, perejil, pero no tenía ninguna de estas dos hierbas. Dato a tener en cuenta para futuras ocasiones.
También hubiera venido bien acompañarlo con un arroz basmati, pero iba realmente mal de tiempo y, además, no era plato único. De primero había puesto unos magníficos espárragos blancos (sí, esos que limpié y cocí hace unos días) con mayonesa casera.
Y como para el Garam Masala he utilizado el molinillo eléctrico tanto tiempo desaprovechado y la cebolla confitada que ¡Anda que no tengo ganas de que se acabe! 🤣 envío esta receta al Proyecto 1+/-100 desperdicio 0 del Blog Thermofan de Marisa.
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Comentarios
Buena manera de aprovechar el molinillo de café. Por cierto que la salsa se ve de toma pan y moja, es que es ver la foto y se apetece servirse un plato.
ResponderEliminarBesos.
Sííí, estoy contentísima. Siempre me daba pena, verle ahí sin ninguna utilidad. Y la salsa estaba buena, pero la próxima vez le meteré guindillas 😉
EliminarQuerida Gloria. Estos días pensaba en que tengo el accesorio picador en la playa y que con la TMX no puedo triturar semillas por lo que tú indicas. Mira por dónde, lo has solucionado con el molinillo pero en casa hace siglos que no tengo.
ResponderEliminarEres una especialista en preparar y modificar lo que se te antoje y me has dejado alucinada con la receta. El "niño" debió relajarse y tú de lo más feliz. El mío viene este fin de semana pero no estoy para complicaciones culinarias y si le pido que cocine él igual es lo mejor.
Me alegra tenerte en el proyecto de nuevo. Un beso grande y gracias.
Buenos días, querida Marisa: siento que no estés en condiciones de atender culinariamente a tu hijo, espero que todo pase pronto y vaya bien. Por otro lado, como tu "niño" es cocinillas ya tiene ocasión para lucirse contigo 😀
EliminarTengo que reconocer que se me da bien la improvisación en todos los ámbitos, no sólo en la cocina. Si cambian las circunstancias, se cambian los planes y ya está. En la cocina, además, me divierte, se me da fatal seguir recetas establecidas, no tengo paciencia para ello.
Lo dicho Marisa, a mejorarse lo antes posible. Besos.
Hola Gloria.
ResponderEliminarTu plato es de los que yo haría, también me llaman estas cosas, de mezclar sabores que no tengo costumbre, ya que me gusta probarlo todo.
Yo soy de las que he pasado por todas las etapas del café, pero a la inversa, pues me gusta un “novelerío” más que a un niño juguete nuevo, jajaja..., primero, de recién casada me apunté a la moda del café soluble, buscando aquello de un sueldo para toda la vida, ya sabes, pero no hubo suerte, y lo dejé, bueno también porque ese tipo de café me sienta como una patada en el estómago, jajaja..., luego me pasé al café molido, pero no me terminaba de convencer, porque no tiene el mismo aroma, y yo soy muy cafetera, y me compré mi molinillo, para darle muy buen uso, hasta que llegó George Clooney y nos encandiló a todos con su máquina y el “Volluto, my favourite”, jajaja..., al que me suscribí de manera incondicional hasta hoy, que combino con mi café de cafetera italiana, por las mañanas, siempre con café recién molido, porque adoro ese aroma en mi cocina.
Mi molinillo es de los que no tiene que tener obsolescencia programada, digo yo, porque tiene 30 años, y con el uso que le doy, está nuevo, y eso que también lo utilizo de vez en cuando para moler otras cosas, por eso doy fe que un buen molinillo, en la cocina, es una inversión perfecta a corto y largo plazo.
En fin, que lo único que me desilusiona de tu palto, es la pasada de los mejillones, cosa que también me ha pasado en más de una ocasión, pero lo que más me irrita, es que el pescadero te los meta como si fueran la octava maravilla del mundo, y luego al abrirlos descubres que son un tongo, jajaja..., al menos, tú, como buena mujer de recursos, saliste airosa con el plato, y sino que le pregunten a tu niño, que seguro disfrutó como lo que es, tu niño, jajaja...
Besos y hasta más ver.
Buenas tardes, Concha: el del café soluble es mi marido y también me apuntaba a lo del sueldo porque siempre es una ayuda cuando tienes hipoteca y dos niños que costaban lo suyo 🤣 Tampoco tuve suerte 😄 El anuncio de George Clooney alegra la vista porque está muy guapo, pero soy reacia a las capsulitas, me gusta el café de cafetera italiana, pero sólo lo tomo cuando hay visitas. Café que me tomo después de comer, café que me impide coger el sueño hasta altas horas de la madrugada 😯
EliminarLo del pescadero fue raro porque nunca me dan gato por liebre. De hecho, en varias ocasiones si pido mejillones, me los desaconseja salvo que sean para un arroz o una crema. Lo que sí es cierto es que de sabor estaban muy ricos, lástima del tamaño y de que eran feúchos.
Mi "niño" siempre disfruta con los platos que le hago, sin contar con que casi siempre sale con uno o más táperes 😄
Besos.
Hola Gloria. Recién casada, ni antes, me han regalado ningún cacharro de cocina porque los tenía como regalo prohibido, tan solo desde que tengo el blog y con esa excusa me cae algo. Pero el molinillo de café lo tengo y alguna vez lo he utilizado para triturar otras cosas pequeñas, nunca especias pues ya sabes que no somos aficionados precisamente a ellas. La salsa para los gallos la haría quitando algunas de en medio, ya que no siendo Gallo Pedro, le pega. Los mejillones no son vistosos, pero si estaban buenos cumplían su función y eso debe sumar. No siempre las recetas quedan con buen aspecto, lo importante es comerlas con gusto.
ResponderEliminarBss
Buenas noches, Lola: por lo que cuentas fuiste más previsora que yo 😂. Hubo algunos regalos que me vinieron bien, pero otros ¡Uf!
EliminarSi bien la salsa lleva especias, no resulta nada picante porque no le eché ni una cayenita 😁, para mí fue un error, pero para los que no os va el pique es una salsa bastante asumible.
El Gallo Pedro son palabras mayores, yo lo hago a la murciana, frito con ajos y ñoras y es una maravilla. A ver si este verano me marco uno 😀
Besos.
Gloria, a todas nos ha pasado. Cuando nos iniciamos en la cocina comprábamos cuanto cacharro había. Con el tiempo, nos dimos cuento que usarlos era buenísimo pero...después había que lavarlos! Fue entonces que comenzamos a guardarlos y poco a poco los fuimos abandonando en el fondo de la alacena.
ResponderEliminarUn abrazo Gloria
Hola, Norma: no soy muy de comprar sin ton ni son, pero los allegados es lo que tienen, quieren agradar y, a veces, se pasan. Si yo te contara, hubo algunos pequeños electrodomésticos a los que me negaba, pero era como darse de cabeza contra un muro. En Navidades o cumpleaños, me caían sí o sí 🤣 Pero, bueno, lo hacían con la mejor intención. Los utilizaba dos o tres veces y al cajón de los objetos olvidados 🤣
EliminarEn cualquier caso, he redescubierto el molinillo y sus nuevas funcionalidades y estoy de lo más contenta.
Besos.
Eso me suena...jeje, hasta secador de pelo 🤭 mi molinillo ya tiene años....pero ahí está echando humo y haciendo su trabajo estupendamente 😉esa salsa pinta muy bien y aunque no se vea favorecida, lo importante es el sabor y eso se ve seguro 👍🏻
ResponderEliminarBesinos
Buenos días, Fely: pues un secador de pelo no me hubiera disgustado 😄 Mi molinillo, a pesar de los años, está como nuevo. La salsa estaba rica, pero eché de menos que picara un poco.
EliminarBesos.
Que buena salsa!!....yo tambien muelo todo en molinillo de cafe....es rapido y quedan perfectas las mezclas de especias.....te voy a copiar este curry que me ha encantado!!.....tu plato se ve espectacular!!.........Abrazotes, Marcela
ResponderEliminarHola, Marcela: al final lo de utilizar el molinillo de café para moler especias está más generalizado de lo que pensaba 😄 Si vas a replicar el curry, mi consejo es de que le añadas un poco de chile rojo o verde, a tu elección.
EliminarBesos.
La rabia que da tener chismes en la cocina que uno no usa, ya veo que tú, al cabo de los años, has triunfado con el molinillo y los has vuelto a resucitar para hacer esta receta tan rica que nos traes hoy, imagino esa salsa llena de aromas y sabor
ResponderEliminarAbrazos
Hola, Javier: toda la razón y tengo otros dos olvidados: una heladera y una churrera. Mira tú que cosas tan dispares 😂 Algo tendré que hacer con ellas 😄
EliminarLa salsa quedó suave y eso es bueno para no aniquilar el sabor del pescado 😃
Bss.
Hola Gloria. En su tiempo tuve molinillo de café pero eso ya quedó en el olvido 😂😂, por desgracia.
ResponderEliminarAunque soy amante del pescado, los gallos no los he cocinado ninguna vez y viendo la foto de tu receta me quedo con las ganas de ponerla en práctica, porque el resultado tiene que ser estupendo.
Esa combinación de especias no la he probado, pero dado que me encantan no dudo de que disfrutaría al máximo si tuviera la suerte de saborear un plato como el que nos propones.
Un abrazo.
Hola, otra vez, Juan: me llama la atención que nunca hayas cocinado gallo en casa. Es un pescado muy parecido al lenguado, aunque menos fino. Se puede preparar de forma similar. A nosotros nos gusta mucho pues pidiéndolo en filetes te ahorras el incordio de las espinas 😃
EliminarAbrazos.
Gloria, algún que otro regalo también me ha caído e incluso hasta lo he pedido yo jaja
ResponderEliminarTengo un molinillo de café que era de muy abuela, y creo que debe de ser de los años '70.
Ya es de la familia y me daría mucha pena que me abandonara. Pero lo uso para eso, para moler especias e incluso azúcar si es que me he quedado sin azúcar glas y la necesito en ese momento.
El café ya me lo muele la misma cafetera jaja.
El plato de hoy luce de categoría y ya me imagino lo bien que lo habéis disfrutado.
Besos ♥
Buenas tardes, Pepi: pues ahora que lo dices, me parece una idea estupenda lo del azúcar glass, no soy repostera pero nunca viene mal tener un yruco en la manga 😃
EliminarBesos.
Hola Gloria, pues mira, yo también utilizo el molinillo de café para otras cosas, como por ejemplo hacer el azúcar Glass, o pulverizar agunna especia, y la mar de bien, porque lo del café, entre que lo uso con cápsulas, y muchas veces lo tomo fuera de casa. En ese sentido del café no lo utilizo. El plato te ha quedado maravilloso, se ve buenísimo con esta salsa que tiene que estar muy sabrosa. Un beso.
ResponderEliminarHola, Silvia: por lo que veo no he sido nada original con lo del molinillo 😂 Bueno, tampoco la idea fue mía, se la fusilé a Cristina 😄 Hoy lo he utilizado para triturar jengibre para un curry japonés que estoy haciendo 😀 Y es que rallar jengibre es una pesadez y con el molinillo ha quedado fenomenal.
EliminarReconozco que el plato quedó rico, pero lo tengo que repetir, añadiéndole algo más de "alegría" y cilantro picado que creo que le irá muy bien.
Besos.