En teoría, ayer tenía que haber ido al súper a reponer existencias, pero fue un día desapacible con lluvias intermitentes y no estaba por la labor de exponerme a las inclemencias del tiempo, así que no me quedó otra que buscar en la cocina posibles ingredientes para no tener que hacer ayuno y abstinencia, que no estamos en Semana Santa.
Barajé distintas opciones 🤔 bueno, en realidad, sólo tres: patatas, arroz o pasta. Las patatas quedaron descartadas porque llevo tres días, utilizándolas de guarnición (fritas, bien ricas) y no era cuestión de abusar; arroz ya comimos la semana pasada... con lo que quedaba la pasta. Y había que acompañarla con algo, al principio pensé en los espaguetis Alfredo, pero lo descarté enseguida pues ya que iba a hacer pasta que, al menos, sirviera para acabar con los restos varios que pudiera rapiñar del frigorífico o la despensa. Y los Alfredo, aunque riquísimos, no sirven para este propósito. ¡Bueno, empezaría a buscar a ver que es lo que encontraba! En el frigo di con unos tomates secos que puse en aceite ni se sabe cuando, un táper con un poco de tomate frito y un bote con unas miasmas de nata líquida y, al abrir el botellero extraíble de aceites y vinagres, una botellita de aceite de guindilla durmiendo el sueño de los justos desde que me la regalaron. Ya tenía los mimbres, sólo quedaba hacer el cesto, es decir la comida 😄
En contra de mi costumbre, no doy cantidades exactas pues iba echando un poco de allí y otro poco de allá.
Ingredientes (2 personas)
200 gramos de tortiglioni u otro tipo de pasta al gusto
7 tomates secos
1 diente de ajo
Aceite con parte del aceite donde se conservan
Tomate frito o salsa de tomate
1 cucharada de tomate concentrado
Nata líquida
Aceite de guindilla (opcional)
Aceite de oliva virgen extra
Sal
Cazo y medio del agua de cocción de los tortiglioni
Queso Grana Padano rallado.
Elaboración
Cocer la pasta en una olla con agua hirviendo con sal durante 12 minutos (o siguiendo las indicaciones del fabricante), cuando lleva unos minutos se apartan un par de cazos del agua de cocción y se reservan. Pasado este tiempo se escurre la pasta.
Mientras se cuece la pasta se trituran con la minipimer (en un vaso ad hoc) los tomates secos y parte del aceite donde están conservado, el diente de ajo, un chorro de aceite de guindilla, un chorro de aceite de oliva, unas cucharadas de tomate frito, el tomate concentrado, un chorro de nata líquida, un poco de sal. Si quedara espesa, se irá añadiendo el agua de cocción poco a poco hasta conseguir el punto de cremosidad deseado.
Emplatado
La pasta escurrida se pone en el fondo de un plato hondo, se cubre con la salsa de tomates secos y se espolvorea con queso Grana Padano al gusto. Y, ya en la mesa, que cada comensal, revuelva la salsa con los tortiglioni y ¡A comer!
Advertencia: el aceite de guindilla le dio al plato, un toque muy gracioso 😈


Buenos días, Gloria.
ResponderEliminar¡Me encanta la Pasta! Así que tu tranquila, que conmigo no tendrías problema de poner este rico plato en la mesa, y aún habiendo sido cocinado al voleo, te ha quedado genial, es más, me gusta la idea de preparar un pseudopesto rojo, así sin complicar demasiado el paso a paso, y es que estos plato que surgen de la nada, nos salvan el almuerzo sin despeinarnos, jajaja…
Besos, espero que te encuentres mejor de lo tuyo.
Muchas gracias, Concha, poco a poco voy mejorando. Al menos, ya puedo hablar 😄
EliminarSi te gusta el plato, más te gustaría si lo probaras porque el aceite de guindilla, le dio un punto picante bastante alegre 😄
Besos.
Hola Gloria. Me gustaría saber el tamaño de tu frigo y congelador porque me parecen un pozo sin fondo, ya sé que exageras un poco con el excedente, pero ni así imagino que quepan tantas cosas. El caso es que siempre tienes arreglo para comer y si no te lo inventas, lo que tiene su mérito, seguro que yo llevo más tiempo en la cocina y no soy tan resolutiva. Esa pasta pinta muy bien, lo de unir tomate frito y nata solo lo hacía en el pastel de cabracho, ahora no lo puedo comer, pero rico está lo suyo. Así que, me apunto a la mesa, guárdame un sitio.
ResponderEliminarBss
Buenos días, Lola: es un frigorífico combi normal, alto eso sí. La mitad de los botecitos con los ingredientes de esta salsa estaban en las baldas de la puerta que es donde pongo los botes pequeños, mostazas, ketchup, tabasco, salsas picantes, etc. con lo que no ocupaban demasiado espacio. También tengo unos organizadores para las baldas del frigo donde están otros cosas más delicadas como las huevas de mújol, la carne de pimiento choricero y cosas así.
EliminarLo de mezclar nata y tomate frito ya lo he hecho otras veces con recetas de pasta y queda bien. En los pasteles de pescado, también lo hago para que queden con un color bonito. Por cierto, contando esto me acabo de acordar que a esta salsa le añadí una cucharada de tomate concentrado. Ahora lo corrijo.
Besos.