Rodaballo al horno

Hace años, era raro encontrar rodaballo en las pescaderías madrileñas (al menos, las de barrio). Se trataba de un pescado muy apreciado y, por lo tanto, caro. De un tiempo a esta parte, se ha popularizado más, gracias a la acuicultura. No es lo mismo que un rodaballo salvaje pero, siendo sincera, con el de acuicultura me atrevo a hacer experimentos. El salvaje prefiero tomarlo en un buen restaurante.

Hace unos días, compré un rodaballo y pedí en la pescadería que me lo prepararan en los 4 lomos limpios. Utilicé dos en otra preparación y congelé los otros dos.

Ayer me acordé de los lomitos de rodaballo congelados y decidí enmendar mi olvido, procediendo a descongelarlos. Esta receta la he hecho otras veces con calabacín, tomate, puerros, etc pero, en esta ocasión, sólo me quedaba una cebolleta y un pimiento rojo asado y con eso me conformé.

Ingredientes (2 personas)

2 lomos de rodaballo limpios pero con su piel

1 cebolleta

1 pimiento rojo asado limpio de piel y semillas

1 vaso de vino

Aceite de oliva virgen extra

Sal y pimienta

Elaboración

Cortar la cebolleta en rodajas y el pimiento en tiras y ponerlos a pochar en una sartén con aceite, a fuego suave.

Mientras tanto, precalentar el horno a 180 grados.

En una fuente resistente al horno, hacer una cama con las verduras ya pochadas, poniendo encima los filetes de rodaballo con la piel hacia arriba. Salpimentar, echar un chorrito de aceite y el vino. 

Introducir la fuente en el horno ya caliente durante 10 minutos. Transcurrido este tiempo, dar la vuelta a los filetes con cuidado, volverlos a introducir en el horno otros 5 minutos y listo para emplatar.