No es fácil encontrar un buen pulpo, así que cuando lo vi en la pescadería, hace un par de meses, lo compré sin dudarlo. Y como hay que congelar el pulpo para que se rompan las fibras y se ablande, sin prisas, ya lo cocinaría cuando me viniera bien.
Y me vino bien el otro día. ¿Cómo hacerlo? Fácil, me gusta a la gallega.
Ingredientes
Un pulpo de 2 kilos
Agua
Sal gorda
Pimentón de la Vera dulce (si gusta se puede mezclar con pimentón picante)
2 o 3 patatas medianas y de buena calidad (si pueden ser gallegas o de las variedades Kennebec o Monalisa, mejor)
1 hoja de laurel (optativo)
Aceite de oliva virgen extra
Elaboración
Un par de días antes, se saca el pulpo del congelador y se pone en el frigorífico para que se vaya descongelando de forma gradual.
El día de la preparación se saca el pulpo del frigorífico, se comprueba que está descongelado por completo y se pone bajo el grifo de agua fría para limpiarlo bien.
Se pone al fuego una olla grande con agua y una hoja de laurel (opcional) hasta que llegue al punto de ebullición. Cuando está hirviendo se echa el pulpo. Hay una costumbre que es "asustarlo" consistente en introducirlo y sacarlo del agua hirviendo en 3 ocasiones para que se le ricen las patas y no se desprenda la piel. Parece ser que esta práctica no es necesaria, pero me hace gracia y lo sigo haciendo 😆
El tiempo de cocción del pulpo dependerá de su tamaño, éste al ser de 2 kilos llevó 30 minutos. Para ver si está en su punto, ni muy blando ni duro (como al dente) lo iba pinchando con una brocheta. Una vez cocido, se apaga el fuego y se mantiene en el agua caliente de la olla durante otros 20 minutos. Se saca y se reserva.
En el mismo agua de cocción del pulpo se echan las patatas lavadas pero sin pelar y se cuecen hasta que estén blandas entre 30, 40 o 50 minutos (dependiendo del tipo y tamaño) Una vez cocidas, se espera a que se enfríen un poco, se pelan, se cortan en rodajas y se disponen en el fondo de una fuente (lo tradicional es hacerlo en un plato de madera pero me parece más práctica una fuente o un plato con bordes). El pulpo se corta en trozos con unas tijeras de cocina y se va colocando encima de las patatas. A continuación se aliña con sal gorda al gusto (con Sal Maldon sale genial pero no me quedaba), se espolvorea con pimentón y con un buen aceite de oliva (aquí soy generosa). Y ya está listo para servir.
Y me vino bien el otro día. ¿Cómo hacerlo? Fácil, me gusta a la gallega.
Ingredientes
Un pulpo de 2 kilos
Agua
Sal gorda
Pimentón de la Vera dulce (si gusta se puede mezclar con pimentón picante)
2 o 3 patatas medianas y de buena calidad (si pueden ser gallegas o de las variedades Kennebec o Monalisa, mejor)
1 hoja de laurel (optativo)
Aceite de oliva virgen extra
Elaboración
Un par de días antes, se saca el pulpo del congelador y se pone en el frigorífico para que se vaya descongelando de forma gradual.
El día de la preparación se saca el pulpo del frigorífico, se comprueba que está descongelado por completo y se pone bajo el grifo de agua fría para limpiarlo bien.
Se pone al fuego una olla grande con agua y una hoja de laurel (opcional) hasta que llegue al punto de ebullición. Cuando está hirviendo se echa el pulpo. Hay una costumbre que es "asustarlo" consistente en introducirlo y sacarlo del agua hirviendo en 3 ocasiones para que se le ricen las patas y no se desprenda la piel. Parece ser que esta práctica no es necesaria, pero me hace gracia y lo sigo haciendo 😆
El tiempo de cocción del pulpo dependerá de su tamaño, éste al ser de 2 kilos llevó 30 minutos. Para ver si está en su punto, ni muy blando ni duro (como al dente) lo iba pinchando con una brocheta. Una vez cocido, se apaga el fuego y se mantiene en el agua caliente de la olla durante otros 20 minutos. Se saca y se reserva.
En el mismo agua de cocción del pulpo se echan las patatas lavadas pero sin pelar y se cuecen hasta que estén blandas entre 30, 40 o 50 minutos (dependiendo del tipo y tamaño) Una vez cocidas, se espera a que se enfríen un poco, se pelan, se cortan en rodajas y se disponen en el fondo de una fuente (lo tradicional es hacerlo en un plato de madera pero me parece más práctica una fuente o un plato con bordes). El pulpo se corta en trozos con unas tijeras de cocina y se va colocando encima de las patatas. A continuación se aliña con sal gorda al gusto (con Sal Maldon sale genial pero no me quedaba), se espolvorea con pimentón y con un buen aceite de oliva (aquí soy generosa). Y ya está listo para servir.
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