Alitas de pollo estilo Buffalo. Receta auténtica (o eso creo)

Después de haber hecho esta receta de las alitas de pollo estilo Buffalo al horno, tocaba hacerlas fritas como en la versión autóctona. 

Habiendo probado las dos formas, me quedo con las horneadas. Son más saludables, menos engorrosas y el resultado no desmerece.

Pero subo esta porque no siempre se puede echar mano del horno y no deja de ser una alternativa apetecible.

Ingredientes (2 o 3 personas)

1 kilo de alitas de pollo

Harina para rebozar (he usado maicena)

1 cucharadita de sal

1 cucharadita de pimienta negra molida

1 cucharadita de pimentón dulce

1 cucharadita de pimentón picante (opcional)

Aceite de oliva virgen extra

Para la salsa 

50 gramos de mantequilla
25 gramos de salsa picante "Frank's Hot Sauce" que es la típica (se puede encontrar en Amazon y en algunos supermercados pero, si no la encontráis, se puede utilizar cualquier otra salsa picante de vuestro gusto).
1 gotas de salsa Whorchestershire
1 cucharada de vinagre de vino
Sal y pimienta

Con las cantidades que pongo, sobrará salsa. Se pueden reducir a la mitad. 

Elaboración

Limpiar y secar las alitas de pollo. Quitarles las plumas que les puedan quedar y cortarles la punta. Dividirlas en dos (si te lo puede hacer el pollero o el carnicero, mejor). 

Poner la harina o la maicena en un plato (a ser posible tamizada con un colador fino). Añadir la sal, la pimienta molida, el pimentón dulce y el pimentón picante. Mezclarlo todo bien.

Enharinar las alitas por todos los lados. 

En una sartén honda calentar el aceite y cuando esté caliente ir friendo las alitas en tandas de 6, unos 10 o 12 minutos para que queden bien hechas por dentro y crujientes por fuera. A medida que se van dorando se van sacando y se colocan en una fuente.

La salsa 

Mientras tanto, se pone un cazo a fuego suave, se echa la mantequilla hasta que se derrita, se añaden el resto de ingredientes y se dan vueltas con unas varillas  hasta que ligue la salsa pero que, en ningún momento, llegue a hervir. Con veamos que la salsa está bien mezclada, se apaga el fuego y, a continuación, se echa por encima de las alitas, revolviendo bien y procurando que se impregnen por todos los lados.