Moussaka de calabacín

En teoría, ayer tenía previsto irme a la playa, pero una serie de circunstancias me han llevado a posponerlo. En el fondo no me ha venido mal porque el domingo había vuelto de La Rioja con el maletero hasta los topes de hortalizas y no me hubiera dado tiempo a prepararlas para su conservación. Tengo toda esta semana para ponerme a ello 😄

Entre todos los productos hortícolas, obsequio de nuestros amigos E. y J., destacan un par de calabacines tamaños XXL de más de un kilo cada uno. ¡Anda que no voy a hacer pistos! 😁 No obstante, aunque me encanta este plato, como dispongo de suficiente materia prima, me puedo permitir variar el repertorio de recetas y, a bote pronto, se me ocurrió hacer una moussaka de calabacín. Y dicho y hecho. 

La moussaka clásica está hecha con berenjena y, si me dais a elegir me quedo con esta última porque soy una acólita de dicha hortaliza. La de calabacín tiene un sabor más suave, pero también es cierto que mucha gente no puede con la berenjena, así que es un buen sustituto para un plato que, en mi opinión, está muy rico.

Al final pongo una foto de uno de los calabacines para que os hagáis una idea de su tamaño.

Entre la provisión de hortalizas, también se encontraban unas cebollas hermosas no, hermosísimas con unos tallos que daba pena desaprovechar, así que uno de esos tallos es el que he utilizado para preparar el relleno de la moussaka.

Ingredientes (2 personas)

500 de calabacín

500 gramos de carne picada de ternera (sobrará)

1 tallo hermoso de cebolla (se puede utilizar cebolla o cebolleta)

1 vasito de vino blanco

Tomate frito

Pimienta negra molida

Sal

Orégano

Aceite de oliva virgen extra

Queso parmesano rallado

Para el tomate frito

1 lata de 800 gramos de tomate entero 

35 gramos de aceite

Sal

Para la bechamel

40 gramos de mantequilla (a temperatura ambiente)

40 gramos de harina

400 gramos de leche 

Sal

Nuez moscada

Elaboración

Se pela el calabacín y se corta en rodajas. En una sartén a fuego moderado se van poniendo las rodajas de calabacín hasta que estén blandas y doradas por los dos lados. Se sacan y se reservan.

El tallo de cebolla se corta en brunoise. 

El tomate frito

En el vaso de la Thermomix se echan el tomate de lata con su caldo, la sal y el aceite, como el tomate era entero se tritura 20 segundos a velocidad 7 y se programa 20 minutos, temperatura Varoma a velocidad 2. El tomate frito obtenido queda bastante líquido, la forma de solucionarlo es aumentar el tiempo en la Thermomix o, como hice en esta receta, que reduzca tras añadírselo a la carne.

El relleno

En una sartén con el fondo cubierto de aceite, se pone a pochar la cebolla a fuego lento durante 10 o 15 minutos, se añade la carne, el orégano, se salpimenta y se va rehogando hasta que cambie de color, se echa el vasito de vino y se sube a fuego moderado unos minutos para que se evapore el alcohol. Se incorpora el tomate frito y se continua la cocción hasta que reduzca y adquiera la consistencia deseada.

La bechamel

Tras lavar el vaso de la Thermomix, la volví a utilizar para hacer la bechamel de forma rápida y sin complicaciones. Con las cantidades utilizadas sobró, hubiera bastado con algo más de la mitad.

Se echa la mantequilla en el vaso de la Thermomix  se programan 2 minutos, temperatura Varoma, velocidad 1.

Se añade la harina y se programan 2 minutos, temperatura Varoma y velocidad 1.

Por último se incorpora la leche, la sal y la nuez moscada, programando 10 minutos, temperatura Varoma, velocidad 4.

Al finalizar puse 30 segundos a velocidad 5 por si hubiera quedado algún grumo.

Montaje

Con un poco de mantequilla fundida (unos segundos en el microondas) se unta el interior de dos cazuelitas individuales de barro y se cubre el fondo con una capa de rodajas de calabacín, luego alternativamente se van colocando una capa de relleno, otra de calabacín, otra de relleno, otra de calabacín, una de bechamel y se termina con queso rallado.

Mientras tanto, se pone a precalentar el horno a 180º. Cuando ha cogido la temperatura se introducen las cazuelitas durante 10 minutos, finalmente se pone el gratinador arriba y se gratinan otros 5 minutos. Se sacan con cuidado de no quemarse y se sirven.  

Lasaña de calabacín

Y aquí está el calabacín XXL.

Calabacín grande

Y, aunque un poco traído por los pelos, al haber aprovechado el tallo grande de cebolla, envío esta receta al Proyecto 1+/-100 desperdicio 0 del Blog Thermofan de Marisa.



#unomasmenos100desperdicio0

 




Comentarios

  1. ¿Qué tal Gloria? Veo que muy resuelta con el excedente de vegetales, te has montado una moussaka muy rica, a mi no me importa que sea de calabacín porque me gusta al igual que la berenjena. Esta receta también la preparo, solo que no le llamo moussaka sino lasaña, pero como el nombre no interfiere en la preparación, ni en el sabor, pienso que lo mismo da. El calabacín era de buenas dimensiones, pero lo has aprovechado muy bien, eres una maestra en el arte de sacar partido a los buenos productos de la huerta.
    Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola, otra vez, Lola: Estuve dudando entre llamarla moussaka o lasaña, al final ganó la primera, pero tienes razón es el mismo plato con distintos nombres.
      Hoy me toca clasificar piparras, tengo una bolsa llena. Quiero encurtir las que sean más lucidas y ya veré lo que hago con el calabacín y medio que queda y con los pimientos de Guernica 😄 Las judías verdes ya limpias, directas al congelador. Hoy toca comer de restos, me parece que van a caer unos espaguetis a la boloñesa 😉
      Un besazo y que tengas feliz verano.

      Eliminar

Publicar un comentario

Os doy la bienvenida a mi blog. Espero que os resulte útil. Agradezco vuestras visitas y vuestros comentarios.