Pimientos del piquillo rellenos de carne con salsa piquillos

Esta receta no es difícil pero sí relativamente laboriosa por lo que, para evitar que me pille el toro, la suelo preparar el día anterior.

Pimientos rellenos

Ingredientes 

2 latas de pimientos de piquillo enteros 
Medio kilo de carne picada 

2 cebolletas medianas 

Tomillo (opcional)

Vino Blanco 

Tomate frito.

Harina

Huevo

Sal y pimienta

Aceite de oliva virgen extra

Elaboración

Por un lado, se abren las latas de pimientos del piquillo y se ponen a escurrir, reservando el caldo.

En una sartén con aceite, se echan las dos cebolletas, previamente cortadas en trozos pequeños, cuando están transparentes, se añade la carne picada, el tomillo y se salpimenta. Se revuelve todo bien, se sofríe un poco y se añade un vaso de vino blanco de buena calidad y se deja cocer a fuego suave. 

Cuando el vino se ha evaporado, se añaden unas cucharadas de tomate frito, se mezcla, se le da un hervor y se aparta.

Una vez templada la mezcla resultante se rellenan los pimientos y, posteriormente, se pasan por harina y por huevo batido. Se van friendo en tandas de 4 con el aceite caliente pero sin humear y se reservan.

Habitualmente, para estos pimientos utilizo una salsa a base de cebolla, ajo, tomate, vino, carne de pimiento choricero, guindilla y el caldo de las latas pero en esta ocasión, en el colmo de la redundancia, empleé una salsa de pimientos del piquillo.

Salsa de pimientos del piquillo

Dos latas o frascos de pimientos de piquillo, mejor en tiras

200 gramos de nata

1 diente de ajo

Azúcar, sal, aceite de oliva virgen extra

Modo de hacerlo

Se filetea el diente de ajo y se pone a dorar con el aceite a fuego suave. A continuación, se añaden los pimientos con su caldo, un poco de sal y un poco de azúcar, se tapa y se deja hacer a fuego lento, unos 15 ó 20 minutos. Tras lo que, se pone en batidora, se añade la nata líquida y se bate hasta que quede una salsa con la textura muy fina. Si quedara muy espesa, se puede aclarar con leche fría.

Se cubre el fondo de una cazuela, a ser posible de barro, con la salsa, se colocan los pimientos y se le da un hervor suave para que liguen los sabores.

Inciso: La fotografía no hace justicia al plato, ¡estaban buenísimos!