Pasta mafalda con alcachofas

Sardinas marinadas

Desde hace tiempo, las veo en las cartas de algunos restaurantes y, cuando las he pedido, me han encantado. Así que me dije: ¿porqué no intentarlo? Y me puse a ello. 

He hecho la prueba con 9 sardinas por si salía mal pero ha salido bien y, además, es facilísimo. 

El verano es temporada de sardinas, así que ¡animaos!

Ingredientes

9 sardinas
300 gramos de sal gorda
150 gramos de azúcar
1 puñado de hierbas al gusto
Aceite de oliva virgen extra

Elaboración

En la pescadería se pide que limpien las sardinas y que las preparen sin espina ni cabeza. En casa se lavan bajo el chorro de agua fría y se verifica que no queden espinas gordas. Se secan.

Si son pequeñas se dejan abiertas, si son grandes se pueden separar en dos lomos.

Se mezcla bien la sal con el azúcar y las hierbas picaditas.

En un recipiente (mejor de cerámica o de cristal) se pone una capa de la mezcla de sal y azúcar, encima se ponen las sardinas o lomos con la piel hacia abajo y se cubren con otra capa de la mezcla. 

Si se tienen muchas sardinas, se van poniendo capas alternas de sardinas y mezcla, cuidando que que la última sea la de la mezcla para marinar. Se tapa el recipiente con un papel film y se mete en el frigorífico, teniéndolas una hora. 

Transcurrido el tiempo, se ponen bajo el grifo de agua fría y se limpian bien de la sal y el azúcar, cuidando que no quede nada. Se secan con papel absorbente y se ponen en una fuente, cubriéndolas con aceite de oliva virgen extra (cuanto más bueno, mejor).

Sardinas en aceite

¡Y ya están! Se pueden tomar con tostadas, con pan normal, en ensalada, tienen un montón de posibilidades.

A título de ejemplo, anoche hice unas tostadas de pan campesino, las cubrí con salmorejo y puse encima las sardinas. Ni que decir que estaban espectaculares.

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