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Me han regalado queso de La Peral. Es un queso asturiano azul parecido al roquefort pero bastante más suave. Y, además de untarlo en pan que está buenísimo, he probado a hacer unas croquetas con él y han salido cremosas y muy suaves.
Ingredientes
90 gramos de mantequilla
90 gramos de harina
100 gramos de queso la peral
1 litro de leche
1 litro de leche
Sal
Nuez moscada
Aceite de oliva virgen extra
Elaboración
Aceite de oliva virgen extra
Elaboración
Se pone a calentar la mantequilla en una cazuela o sartén. Se echa de golpe la harina y se le da vueltas con unas varillas hasta se forme una masa, dejándola cocer unos minutos para que la harina no sepa cruda. Luego, añadimos poco a poco la leche (mejor si está caliente) y seguimos removiendo para que vaya ligando. Cuando está toda la leche incorporada, se sala y se echa la nuez moscada rallada y se deja cocer unos 8 o 10 minutos. A continuación, añadimos el queso en trocitos, seguimos removiendo, manteniendo la cocción otros 5 minutos para que se deshaga el queso y se funda con la bechamel. Se echa la masa en una bandeja, dejándola que se enfríe y luego se mete en el frigorífico durante unas horas (a mí me gusta dejarla para el día siguiente).
A la hora de hacer las croquetas, se les da forma, se pasan por pan rallado, huevo batido y, otra vez, por pan rallado y se fríen en aceite bien caliente (en esta ocasión he frito una parte y he congelado el resto).
Si no se tiene queso de la Peral, se puede utilizar otro tipo de queso azul suave como, por ejemplo, un Gorgonzola
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