Pasta a la carbonara

En España, hasta hace pocos años, cuando pedías en un restaurante pasta a la carbonara, la salsa se hacía con nata y trozos de jamón de York o, en el mejor de los casos, de bacon. Ya hace tiempo, una amiga italiana me sacó de mi error: la receta de la carbonara no lleva nata y la cremosidad se consigue con huevo que puede ser entero o solo la yema. Después de hacer algún intento no demasiado exitoso, me olvidé de este plato. Pero el día de la Lotería, con poco tiempo y el frigorífico ocupado en exclusiva por las provisiones para las fiestas navideñas, me acordé de la carbonara y me puse a ello.

Ingredientes (para dos personas)

220 gramos de pasta de vuestra elección (en este caso usé corta que es la que tenía, pero se puede hacer con espaguetis, tallarines…)

Un trozo de panceta, unos 70 gramos.

Un chorrito de vino blanco (unas 3 o 4 cucharadas soperas).

2 huevos enteros.

Queso parmesano rallado (al gusto, a mí me gusta ser generosa).

Perejil fresco picado.

Agua.

2 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra.

Elaboración

Para los 220 gramos de pasta, en una cazuela poner 2 litros de agua a hervir.

Mientras tanto, en una sartén se pone el aceite, se calienta un poco y se echa la panceta cortada en trocitos hasta que se dore (sin que se tuesten), momento en el que se añade el vino blanco, se continua a cociendo para que se reduzca un poco y se evapore el alcohol.  Se apaga el fuego y se reserva.

Cuando el agua de la cazuela empiece a hervir se echa la sal y la pasta. Se revuelve bien para que no se pegue y se tiene hirviendo el tiempo que recomiendo el fabricante de la pasta.

Mientras se hace la pasta, se cascan los dos huevos en un bol o ensaladera y se baten suavemente (como si fuera para un revuelto, no como para una tortilla), se les añade el queso rallado, el perejil picado y, si se quiere un poco de sal (yo no le echo porque el queso ya lleva) y se mezcla todo.  

Cuando la pasta está cocida al dente, se echa en un colador y, una vez escurrida, en el bol donde estaba la salsa con los huevos. Y se mezcla bien todo.

La sartén con la panceta se pone a fuego fuerte, se retira, se echa sobre la pasta y se sirve.