Bonito en salsa de tomates y pimientos confitados

Pimientos del piquillo rellenos de carne. Alegrías riojanas rellenas

El otro día, voy y le pregunto a mi hija ¿El domingo, qué hago para comer? Y me sale con "pimientos rellenos" y yo que quería hacer algo cómodo en el horno...¡Qué se le va a hacer! Así que el sábado por la tarde, me puse a ello para no liarme mucho el domingo. Para remate, tenía un par de latitas de "alegrías riojanas" y se me ocurrió rellenarlas, también. 

Las alegrías son unos guindillas de forma parecida a la de los pimientos del piquillo pero de menor tamaño y son muy, pero que muy, picantes. Y como su nombre indica son típicas de La Rioja.

Sé que a mucha gente no le gusta el picante por lo que esta variante de la receta es algo opcional y la subo como una curiosidad. 

Es la misma receta, tanto para los pimientos del piquillo como para las alegrías. Y el relleno y la salsa son comunes pero luego los he terminado de forma separada, en sartenes diferentes y utilizando guantes de vinilo. 

Ingredientes

1 lata de pimientos del piquillo enteros
1 lata de alegrías riojanas (opcional)
2 o 3 huevos
Harina

Para el relleno

500 gramos de carne picada de ternera (o mitad y mitad de ternera y cerdo, al gusto de cada uno)
1 cebolleta mediana
2 o 3 cucharadas de tomate frito
1 vaso de vino blanco
Sal, pimienta blanca, tomillo.
Aceite de oliva virgen extra

Para la salsa
2 cebolletas
1 diente de ajo
1 cucharada de carne de pimiento choricero
3 o 4 cucharadas de tomate frito
1 o 2 guindillas de cayena (opcional)
Sal, pimienta
1 vaso de vino blanco
1 vaso de agua (o de caldo de carne o de verduras) y el líquido que hayan soltado los pimientos.
Aceite de oliva virgen extra

Elaboración

Se abre la lata de pimientos del piquillo, se sacan, se ponen a escurrir y se reservan. También se reserva el líquido de los pimientos para la elaboración de la salsa. 

Se corta una cebolleta y un diente de ajo en trocitos pequeños y se ponen a pochar lentamente en una sartén con el fondo cubierto de aceite. Cuando la cebolleta está blandita, se incorpora la carne picada, se mezcla todo bien, se salpimenta, se añade el tomillo y se rehoga. A continuación, se echa el vino blanco, se mantiene la cocción unos minutos para que se evapora el alcohol y, por último, se añaden un par de cucharadas de tomate frito. La mezcla tiene que quedar jugosa pero ligada para que se puedan rellenar bien los pimientos. Así que si está muy líquida, deberá cocer unos minutos más hasta que espese. Cuando esté, se apaga el fuego y se deja enfriar. Mientras esperamos, preparamos un plato con harina y otro con dos huevos batidos.

Cuando la carne ya esté fría, se van rellenado los pimientos, uno en uno, apretando bien para que no se salga el relleno. Luego se pasan por la harina y por el huevo batido y se van friendo en tandas de cuatro. Se doran por todos los lados, se sacan y se ponen en una fuente con papel de cocina para que absorba el exceso de aceite.

Elaboración de la salsa

Se pican las cebolletas, el diente de ajo y se sofríen en una sartén con aceite, se añade la carne de pimiento choricero, el tomate frito, la sal y la pimienta y, si se quiere, la guindilla de cayena. Se rehoga y se añade el vino blanco, el agua y el líquido que hayan soltado los pimientos, se mezcla y se deja cocer hasta que reduzca un poco.

A mí me gusta triturar la salsa con la batidora pero no es necesario. 

Se pone la salsa con los pimientos en una cazuela u otro recipiente con una base ancha y se le da un hervor a todo junto. Si se hacen de un día para otro, no hace falta este paso. Se aprovechará para calentarlos antes de servir.

Pimientos del piquillo rellenos de carne

Receta 2: Alegrías riojanas rellenas.

El procedimiento es el mismo que para los pimientos del piquillo. Cuando hagamos el relleno y la salsa, apartaremos un poco de cada para, luego, hacer la receta de alegrías.

Son un poco más engorrosas porque, al ser más pequeñas, son más difíciles de rellenar pero con un poco de cuidado, se consigue. Es aconsejable utilizar guantes de vinilo para evitar que el picante impregne las manos. Una vez rellenas y fritas se ponen, junto con la salsa en un recipiente distinto al de los pimientos para que estos no mezclen con las alegrías.

Alegrías riojanas rellenas de carne






  


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