Pepinos en vinagre

Me gustan mucho las variantes, se podría decir que soy vinagre-adicta y llevaba un tiempo con la idea de hacer encurtidos caseros, pero no encontraba el momento hasta que el mes pasado, haciendo un gazpacho, me sobró medio pepino y como no soy muy fan de esta cucurbitácea en crudo, salvo para hacer el susodicho gazpacho, pensé que era una pena que terminara estropeándose y lo utilicé en una ensalada. No obstante, esto me animó a que, en futuras ocasiones, pudiera aprovechar el pepino sobrante para ponerlo en vinagre. Y no sólo eso, sino que se acabaría lo de comprar un único pepino. Así que me puse manos a ello y el experimento ha sido un éxito.

El pepino en vinagre se puede utilizar sólo como aperitivo y en varias recetas como la ensalada alemana, la salsa strogonoff y todas las que se os ocurran.

Ingredientes

2 pepinos pequeños (320 gramos en total)

200 cc de vinagre

200 cc de agua

1 cucharada sopera colmada de sal gorda

1/2 cucharada sopera rasa de azúcar

Con esta proporción de vinagre, quedan con un sabor fuerte, si gusta más suave habría que echar menos vinagre.

Con estas cantidades utilicé 2 botes de cristal con una capacidad de 500 cc aproximadamente.

Elaboración

Lavar bien los pepinos, secar y cortar en rodajas del grosor que más guste. En esta ocasión, finas. En un tarro de cristal con tapa, colocar las rodajas de pepino lo más apretadas posible.

Echar el resto de los ingredientes en una cazuelita y ponerlos al fuego hasta que hiervan. Cuando el líquido está hirviendo, echarlo encima de los pepinos, de modo que cubra hasta el borde y se cierra la tapa. 

Ya está y con esto es suficiente. Se meten los tarros en el frigorífico y se mantienen durante, al menos 15 días. 

Transcurrido este tiempo ya se pueden utilizar los pepinillos.