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Hace unas semanas mi costillo me vino con un kilo de almendras que le habían regalado. Estaban ya peladas, lo que es un detalle porque quitarles la cáscara y el pellejillo es un tostón. Como no soy muy de frutos secos, se me ocurrió aprovecharlas para hacer un ajoblanco ya que esta sopa fría me encanta. Sin embargo, se da la circunstancia de que las veces que lo he hecho, los resultados obtenidos han sido muy mediocres y eso siendo muy indulgente 😂, pero como ahora contaba con materia prima suficiente, he decidido volver a intentarlo, así que me he puesto con lápiz y papel a hacer pruebas. La primera no me terminó de convencer, pero anoté los posibles fallos y en esta ocasión sí he conseguido que salga rico, al menos para mi gusto 😃.
Ingredientes (2 personas)
100 gramos de almendras peladas
1 diente de ajo
40 gramos de pan de molde (era el que tenía, pero se puede utilizar miga de pan normal)
75 gramos de aceite de oliva virgen extra
1 cucharada sopera rasa de vinagre de Jerez
Sal
300 cc de agua
Elaboración
Poner en remojo las almendras al menos dos horas antes. Cuando se vaya a preparar se escurre el agua de las almendras y éstas se echan junto con el resto de los ingredientes en el vaso de la Thermomix, triturar a velocidad progresiva de 5 a 10 durante 2 o más minutos hasta que la mezcla sea homogénea.
Con estas cantidades el ajoblanco ha quedado bastante líquido porque me gusta así. Si se prefiere más espeso habrá que aumentar la cantidad de pan.
Se suele poner con una guarnición de uvas, pero como no tenía lo he adornado con un chorrito de buen aceite de oliva virgen extra.
Si no se tiene Thermomix, los ingredientes se pueden triturar en una batidora de vaso o con la minipimer, aunque supongo que habrá que ir comprobando la textura del ajoblanco.
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Comentarios
Es una receta fresca de verano, muy rica a mi parecer, aunque es la que menos hago, porque en casa prefieren el salmorejo. Yo utilizo otras proporciones, pero eso también va en gustos. Acompañarlo con uvas es algo que nunca se me olvida, más por lo que me gustan que por el acompañamiento. Te ha quedado muy bueno, estoy segura.
ResponderEliminarUn beso.
El salmorejo son palabras mayores, probablemente sea mi crema fría favorita, podría estar comiéndolo todos los días de la semana jajaja. Pero también me gusta variar y el ajoblanco me gusta mucho y me daba rabia que no me saliera bien. En fin, ya me he quitado la espinita jajaja.
EliminarLa próxima vez tendré en cuenta lo de las uvas, además de que te gusten, es la guarnición más recomendada. Un beso.
Hace tiempo que no hago ni como ajoblanco y mira que está bueno. Las almendras son las reinas de mi casa y por si no lo sabes, te aconsejo que las tengas en la nevera porque a mí me salieron gusanos y no veas hasta que descubrí dónde estaban.
ResponderEliminarMás besos.
Muchas gracias, Marisa: no sabía que les podían salir bichos ¡Aarg, qué asco! Sin saberlo, metí las almendras en el frigorífico pensando que así se mantendrían frescas más tiempo. También meto los garbanzos y, a veces, los caparrones aunque últimamente los dejo en la nevera en un frasco de cristal con unas hojas de laurel por si los bichos.
EliminarSi te lo puedes permitir por razones de salud, date otra oportunidad al ajoblanco, que está muy rico. Besos.
Un plato fresquito que el verano está a la vuelta de la esquina. Se ve rico.
ResponderEliminarBesos.
Pues sí, Ana, lo estaba o, al menos, me quedé contenta jajaja. Besos.
EliminarLo de que el libro del gusto está escrito en blanco, se corrobora con esta sopa fría de todas todas, a mí me gusta, pero me resulta un tanto sosa de sabor, y al final hago variantes que me llevan a poner en mi mesa algo que nada tiene que ver con la receta original, así que si tú crees haber conseguido la receta perfectamente equilibrada para tu gusto, haces bien en compartirla porque nadie mejor que una misma para confirmar si lo que pones en la mesa está rico o no.
ResponderEliminarBesos
Nunca había oído esa expresión, conocía otras más corrientes, pero ésta no y me ha gustado.
EliminarAntes de empezar con el intento, ya fui a tu página suponiendo que tendrías una receta de ajoblanco y, efectivamente, la tenías, pero de ¡coco!. En esta ocasión buscaba la tradicional, no obstante la tuya, tarde o temprano, caerá.
Besos.
Gracias Gloria, por buscar en mi cocina alguna referencia. El ajoblanco de coco es una exquisitez, aunque hipercalórica, jajajaja…, pero de vez en cuando y en pequeñas dosis, se disfruta muchísimo; es una de esas recetas que reservo para sorprender en menús festivos y siempre gusta a todo el que lo prueba.
EliminarPues mira, siempre viene bien una receta nueva para festividades. Bss.
EliminarSe ve delicioso!...queda apuntada para el verano........Abrazotes, Marcela
ResponderEliminarY muy fresquito y con una textura un poquito terrosa que, en mi opinión, es su punto fuerte. Besos.
EliminarHola Gloria!!
ResponderEliminarEl que la sigue la consigue ;)
Esta sopa es toda una delicia, así que esas almendras las has aprovechado divinamente.
Besos ♥
Síííí, y bien rico que me quedó jajaja. Besos.
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