Pastel de rodaballo

No entraba en mis planes hacer un pastel con este pescado, pero todo comenzó cuando el sábado tuve que hacer un pedido telefónico a la pescadería (lo que es una lata porque te eternizas preguntando si tienen tal o cual cosa) y terminé comprando unas parrochitas (que hice a la plancha y estaban de llorar), un gallo, gambas arroceras y un rodaballo de 2 kilos preparado en los cuatro lomos y con la cabeza, aletas y espinas aparte. 

Con los desperdicios del rodaballo pensaba hacer un fumet y requerí la ayuda del costillo para que partiera la espina y que así pudiera entrar en la cazuela (la espina, no mi costillo). Estando en esas, el improvisado pinche me indicó que todavía quedaba mucha carne por sacar, con lo que estuve de acuerdo y, una vez hecho el fumet, me puse a la tarea de entresacar toda la molla aprovechable que pudiera, resultando la nada despreciable cantidad de 300 gramos de carne fina y blanca. Y si tenemos en cuenta lo que me gustan los pasteles salados, ya sean de pescado o de verduras, no tuve la menor duda de lo que iba a hacer con todo este sobrante. 

Tengo que decir que el resultado superó todas las expectativas, estaba exquisito. En este blog tengo un pastel de merluza que fue marca de la casa durante muchos años, pero el de rodaballo le ha comido la tostada 😂😂😂

Lástima que no sea muy habilidosa presentando los platos para que luzcan como se merecen, pero os garantizo que es un pastel digno de celebraciones familiares y/o navideñas. A nada que tengáis un poco de mano e imaginación para decorarlo de una forma más lucida, os harán la ola.

Ingredientes

300 gramos limpios de carne de rodaballo procedente de la cabeza, las aletas y la espina. También se puede hacer con la carne de los lomos del rodaballo, pero aquí se trata de aprovechar las partes menos presentables.

2 huevos grandes 

3 cucharadas soperas de tomate frito casero

200 ml de nata líquida para cocinar.

Sal, pimienta

Mantequilla para untar el molde

Agua

Laurel

Elaboración

Se ponen los restos del pescado (cabeza, aletas y espina) en una cazuela, se cubre de agua, se añade sal al gusto y la hoja de laurel y se pone al fuego, cuando llega al punto de ebullición, se baja el fuego y se mantiene la cocción durante 20 minutos. Se espera a que se enfríe un poco y con paciencia se procede a entresacar toda la carne útil posible. Una vez conseguido se echa en el vaso de la Thermomix (o del robot de cocina o batidora que se tenga) junto con los huevos, el tomate frito, la sal, la pimienta y la nata líquida. Se tritura 2 minutos a velocidad progresiva de 5 a 10.

Se coge una nuez de mantequilla, se derrite un poco y con una brocha se unta el interior de un molde silicona (el mío es rectangular). Se incorpora la mezcla que se ha hecho en la THX y se introduce en el microondas, poniéndolo a máxima potencia durante diez minutos. Se comprueba con un pincho si está hecho por dentro y si quedara algo líquido se vuelve a poner en el microondas a máxima potencia otro minuto más. Habrá que comprobar si esta hecho, aunque con este tiempo debería estar. Si no lo estuviera, se vuelve a poner un minuto o dos más hasta que esté a vuestro gusto.

Se desmolda con cuidado y se deja enfriar. Se puede acompañar con la salsa que más guste.

Y otra receta que va para el Proyecto 1+/-100 desperdicio 0 del Blog Thermofan de Marisa.

#unomasmenos100desperdicio0

Y hacía tiempo que no enviaba ninguna receta al Proyecto En buena onda ideado por Marisa de Thermofan y por Elisa de Que no te falte un perejil, así que también va para allí.