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Como en años anteriores me he visto agraciada con una cantidad respetable de espárragos blancos y, también como de costumbre y en justa contraprestación, los he repartido con mi cuñadita pues cuando se los regalan a ella, los reparte conmigo. Aún así seguían quedando suficientes como para hacerlos en tres tandas.
Tras limpiarlos, pelarlos y cocerlos lo habitual es que haga una mayonesa y los embadurne con ella, aunque para ser sincera los espárragos son la excusa para ponerme tibia de mayonesa 😂, pero esta vez quería cambiar de tercio y empecé a darle vueltas sobre la forma de prepararlos. El primer día no me quebré la cabeza: al natural y con un chorrito de aceite de oliva virgen extra. Y el segundo estuve dudando entre dos preparaciones y, como tenía queso rallado y el final de una lata de mantequilla, terminé optando por hacerlos gratinados.
Ingredientes (2 personas)
8 espárragos blancos cocidos de tamaño mediano
Bechamel
Queso Grana Padano rallado.
Para la bechamel
50 gramos de mantequilla
40 gramos de harina
Medio litro de leche
Sal
Nuez moscada rallada
Elaboración
Al ser espárragos blancos recién cogidos de la mata hay que limpiarles la tierra bajo el chorro de agua fría, pelarlos y cocerlos. Para ver la forma de cocer espárragos blancos podéis seguir el enlace. El tiempo de cocción dependerá del espárrago y si gusta más blandito o al dente. En esta ocasión tuve que cocerlos durante 20 minutos y eso que no eran demasiado gordos. Una vez cocidos se mantienen en el agua de cocción y se reservan.
Se hace la bechamel como de costumbre. Primero se derrite la mantequilla en una sartén, luego se echa la harina de golpe, se liga bien con la mantequilla dándole vueltas con unas varillas, se va añadiendo la leche poco a poco, sin dejar de remover. Cuando se ha echado toda la leche, se añade la nuez moscada rallada y la sal al gusto. Se mantiene la cocción durante, al menos, 10 minutos hasta conseguir el espesor deseado (mejor que quede clarita). Si quedara demasiado espesa, se añade un poco más de leche.
Se sacan del agua los espárragos que vayamos a utilizar, se escurren bien y se secan y se colocan en una fuente refractaria, se cubren con la bechamel y con el queso rallado al gusto. En este paso me vine arriba y no fui rácana con la cantidad de queso 😂
Se calienta el horno a 200º, cuando alcanza la temperatura se introduce la fuente con los espárragos y se mantiene 5 minutos. A continuación se cambia a la función de gratinador a nivel 2 (en mi horno es un nivel medio) durante 5 minutos. Se saca y se sirve.
Advierto que las fotos son poco vistosas, pero el plato quedó exquisito.
Así es como queda la porción.
Y así como salió del horno ¡Cuidado que quema!
El Grana Padano utilizado para el gratinado lo había rallado hace más de un mes y ahí seguía aburrido en el táper. Para la bechamel utilicé los últimos restos de mantequilla así que envío la receta al Proyecto 1+/-100 desperdicio 0 del Blog Thermofan de Marisa.
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Comentarios
Buenos días. Ganas tengo de probar esos espárragos, ya que todo el mundo me dice que nada que ver con los de lata, pero por aquí no los veo. En mi casa te dirían que con bechamel todo sabe mejor y si lleva queso a raudales por encima, el doble de bien. Te han quedado divinos de la muerte.
ResponderEliminarBss
Buenos días, Lola: los espárragos blancos frescos y los de lata se diferencian en que los frescos son más fuertes de sabor y con una textura más firme. Los de lata tienen el inconvenientes de que les suelen añadir conservantes cítricos lo que distorsiona un poco el auténtico sabor a espárrago. A veces compro en Mendavia unos espárragos que traen en frasco de cristal y que sólo llevan el agua en el que han cocido y esos me gustan mucho, pero no siempre los encuentro.
EliminarCoincido con tu familia en que los gratinados de bechamel con queso rallado realzan cualquier plato. Si no la hago más es por las calorías que conlleva.
Besos.
Hola Gloria. Me gustan mucho los espárragos, pero nunca los he probado frescos y creo que me pierdo una delicia.
ResponderEliminarPor aquí no los he visto, me fijaré por si los hubiera y haré la prueba.
Suelo preparar los de conserva o solos con aceite o con mayonesa o con vinagreta. De esta manera nunca los he preparado y me da la impresión de que tienen que estar fabulosos.
Un abrazo y que tengas un buen fin de semana.
Hola, Juan: no eres el primero que me dice que no los ve frescos, sin embargo en el norte (Rioja, Navarra) y en Madrid es muy frecuente verlos en las fruterías por estas fechas. Además, abril es la mejor época. Hay un dicho sobre los espárragos que dice: "Los de abril para mí, los de mayo para el amo y los de junio para ninguno" jajaja.
EliminarSi tienes la oportunidad, pruébalos y así podrás comparar jejeje. Que conste que a mí me gustan mucho los de lata y tengo en la despensa un superavit de espárragos de Mendavia en lata jajajaja.
Un abrazo y buen finde.
Los espárragos aunque sea tal cual, simplemente cocidos están buenos, con mayonesa son sublimes, pero como nos gusta ir variando gratinados también han de quedar muy bien y es una opción que a mi se me antoja festiva.
ResponderEliminarBesos.
Buenos días, Ana: pues sabes que me has dado una idea, no me había planteado esta receta para festividades, pero tienes razón. En casa cuando hay alguna celebración es casi tradicional poner espárragos con mayonesa, gratinarlos sería darle una vuelta más novedosa. Lo apunto a la voz de ya jajaja.
EliminarBesos.
Buenos días, Gloria. Muchas gracias por el doblete en el mismo día. Creo que hacía tiempo que no ocurría y es muy agradable y de agradecer.
ResponderEliminarNunca he comido espárragos frescos y me parece que también los tomaría con mayonesa porque me pasa como a ti, me encantan así.
Gratinados con bechamel es otra opción bien rica.
Ya prácticamente tienes una comida.
Besos y feliz domingo.
Buenos días, Marisa: es que llevaba dos semanas sin publicar y tenía mono jajaja. Es broma, son cosas que surgen. No siempre se cocinan cosas nuevas y cuando lo hago, aunque sea por partida doble, lo mío no es esperar. La paciencia no es una de mis virtudes jajaja.
EliminarSi algún día tienes oportunidad de conseguir espárragos frescos, haz la prueba. Creo que te gustarían.
Besos y feliz domingo.
Buenas tardes Gloria, vaya ritmo que llevas mujer, tres publicaciones en menos de 24 horas, no sé si yo podría, jajaja…, pero veo por lo que leo entre comentarios, que la impaciencia te pudo, tampoco me extraña, porque a mí me pasa que cuando cocino algo excepcionalmente delicioso, no veo la hora de compartirlo, jajaja…
ResponderEliminarHace siglos que no como espárragos blancos frescos, no son fáciles de conseguir aquí, mi madre los hacía cocidos y luego los servía fresquitos con mayonesa, en salsera, y cada uno se servía a discreción. A mi me gustan con salmón, o con un picadillo, es la piriñaca sevillana, y por supuesto que como el sabor de lo natural, no hay conserva que lo supere.
Besos.
Buenas noches, Concha: También es cierto que llevaba en secano dos semanas jajaja. Tampoco hace tanto que hago espárragos blancos cocidos, ha sido desde hace unos pocos años que me los regalan y también los suelo servir con mayonesa al centro y que cada cual se ponga al gusto. Lo malo (o lo bueno, bien visto) es que mi mayonesa gusta tanto que, en más de una ocasión, he tenido que volver a la cocina para hacer una segunda tanda de mayonesa, jajaja y no es broma.
EliminarLo del salmón es una magnífica idea porque a mí, también, me priva.
Besos.
Que buena idea!...esto es como acompagnante de cena con amigos....yo con los esparragos no hago mucho, porque me encantan asi cocidos con aceite de oliva, limon o vinagre....y claro con mayonesa....tu propuesta es elegante y me encanta!!....,.....Abrazotes, Marcela
ResponderEliminarHola, Marcela: me encanta que te guste. Desde luego quedó fino de sabor y tienes razón lo quiero utilizar en alguna comida con amigos o familia.
EliminarBesos.