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Desde que hice la receta de pollo coreano sustituyendo el imprescindible gochujang por salsa harissa, me quedé con el raca-raca de volverlo a hacer, pero con la pasta auténtica coreana. Y mira por donde, mi almendra y su chico se fueron de viaje a Corea (la del Sur "of course") este verano pasado. ¿Adivinad lo que le pedí que me trajera? Seguro que habéis acertado: gochujang 😁 Aunque, en realidad no había ninguna necesidad de traerlo desde el otro lado del mundo en la maleta porque, a día de hoy, no hay supermercado asiático que se precie que no lo tenga en sus estanterías 🤣🤣🤣 Así que cuando la almendrita llegó a casa por Navidad le preparé un pollo coreano, con su gochujang y todo, que quedó muy de su gusto 😀
Como me sigue quedando gochujang, quiero emplearlo en diferentes preparaciones y he fusilado/versionado una receta que tenía guardada desde hace varios años: mejillones con salsa ardiente con sabor oriental del blog La cocina paso a paso, cuyo autor Apicius tenía una cultura gastronómica casi enciclopédica. Este blog, lamentablemente, se encuentra inactivo desde hace varios años, pero sus recetas siguen de plena actualidad.
Estos mejillones fueron otro de los entrantes de la cena de Nochevieja y volaron 😀
Ingredientes
2 kilos de mejillones
1/2 taza de tomate frito
1 cebolleta
2 dientes de ajo
1 cucharada de gochujang
Sal
Aceite
2 vasos de vino de Jerez
Elaboración
Se limpian los mejillones, fundamentalmente quitarles las incrustaciones que tienen en la concha y las barbas, tirando de ellas con un cuchillo o cortándolas con una tijera. Una vez limpios se reservan.
En una sartén con el fondo cubierto de aceite se pocha la cebolleta, picada muy fina, a fuego lento. Cuando empieza a estar blanda, se añaden los dientes de ajo picaditos y se dejan dorar dos o tres minutos. Se incorpora el pimentón y, rápidamente, el tomate frito, la sal, un vaso de vino de Jerez y el gochujang, dejando reducir hasta que quede una salsa espesita.
Se pone, a fuego fuerte, una cazuela con un vaso de vino de Jerez, se echan los mejillones y se tapan para que se hagan al vapor. A medida que las conchas se van abriendo, se sacan y se les quita la concha superior. Se cuela el líquido que han soltado para eliminar las impurezas, y este caldo se añade al sofrito.
Se sube el fuego de la sartén con el sofrito para que reduzca y no quede caldoso. A continuación, se incorporan los mejillones, se mezclan bien con la salsa, se mantiene la cocción unos minutos y, finalmente, se sirven.
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Comentarios
Será posible que no hubiera oído hablar de la salsa gochujang. No recuerdo o no me enteré de haberla comido cuando estuve `por esos países, en cuanto vaya al súper oriental me hago con un bote y la pruebo. Gracia, un beso
ResponderEliminarBueno, es que se trata de una pasta específica de Corea. Estuve hace muchos años y me traje dos tubos, uno se lo regalé a una amiga y el otro recuerdo que hice con él. Ahora mismo, no hace falta ir a países exóticos para obtener sus productos. Te advierto que si le pones mucha cantidad, resulta muy picante. Es mejor ir probando poco a poco hasta conseguir el grado de picante que os guste.
EliminarBesos.
Hola Gloria. No he probado esa pasta, pero viniendo de tus indicaciones buscaré para ver si la encuentro y la pruebo, otra cosa será que al resto les guste. Por mi parte te puedo asegurar que estos mejillones iban a ser mi perdición porque el aspecto que tienen es fabuloso.
ResponderEliminarVerlos y apetecerlos es la misma cosa.
Se me ha hecho la boca agua.
Un abrazo.
Buenos días, Juan: Te digo lo mismo que a Pilar. Es una pasta picante y, para evitar sustos, lo mejor es que, al principio, se empiece por poca cantidad y se va probando hasta que se obtenga el nivel de picante tolerado. Yo lo hice dos días. El primero puse poco picante porque íbamos a ser muchos, cada uno con su nivel de tolerancia al pique, y lo mejor era hacerlo suave. El segundo, para mi consorte y yo, le puse una cucharada sopera y picaba que rabiaba 🤣
EliminarUn abrazo.