Okonomiyaki (Tortilla japonesa)

Después de más de un mes publicando entradas de cocina oriental, todavía me quedan ingredientes varios para seguir como el conejito del anuncio. Además en la entrada de la sopa miso, mencioné el okonomiyaki de pasada y a nuestra amiga Concha, al leer lo de "tortilla japonesa", le hicieron los ojos chiribitas 😂 así que, por lo menos, tenía que intentarlo 😀

Okonomiyaki significa literalmente "a la plancha a tu gusto". Este plato surgió en la era Edo (1603-1868), al principio era una comida que se servía en ceremonias budistas, y luego pasó a ser un tipo de merienda para niños, pero siguió evolucionando hasta la era Meiji (1868-1912), que es cuando se comenzó a darle el aspecto actual, y más tarde comenzó a ganar gran popularidad. 

En Occidente es conocida como la "tortilla japonesa" o la "pizza japonesa". Personalmente considero que se parece más a una tortilla, pues viene a ser una masa a base de harina, caldo o agua, huevo y repollo y cocinada a la plancha.

El okonomiyaki, al igual que nuestras tortillas, admite todo tipo de ingredientes: cebolleta, carne picada, queso, gambas, calamar o cualquier otra cosa que se le pueda ocurrir al cocinero. Finalmente se adereza con aonori (polvo de alga nori), salsa de okonomiyaki (una salsa dulce), mayonesa japonesa y katsuobushi (copos de bonito seco).

Ésta es la segunda receta de okonomiyaki que hago en 10 días. La primera vez, tras una exhaustiva búsqueda en Google, seguí las instrucciones de las recetas que me parecieron más fiables ¡Error! En casi todas hablaban de 1/2 repollo o, al menos, 1/4 repollo para dos raciones 😲 Desconozco el tamaño de los repollos que utilizará esta gente ya que, a pesar de usar sólo un cuarto de repollo, resultó ser una cantidad más que desproporcionada. En esta ocasión, he obviado las otras recetas y he ajustado las cantidades a lo que he considerado más racional y no ha habido color, ha quedado mucho más rico y menos pesado.

Ingredientes

175 gramos de repollo

85 gramos de panceta

75 gramos de agua o caldo. Lo suyo sería caldo dashi, pero tenía caldo de pollo y verduras y es el que he utilizado

50 gramos de harina para okonomiyaki, pero puede ser harina de trigo

2 huevos pequeños

1 cucharadita de levadura química (opcional)

Sal

2 o 3 cebolletas chinas

1 cucharada de beni-soga (jengibre encurtido)

Aonori (polvos de alga nori) al gusto

Salsa de okonomiyaki

Mayonesa japonesa

Katsuobushi (copos de bonito seco) al gusto

En la parte inferior: beni-soga (jengibre rosa encurtido) y anoori.

En la parte superior de izquierda a derecha: harina para okonomiyaki, katsuobushi, mayonesa japonesa y salsa para okonomiyaki.

Elaboración

Mezclar con las varillas el agua o caldo, la harina, los huevos y la levadura química hasta que no quede ningún grumo. Se puede añadir una pizca de sal. Tapar con papel film y dejar reposar una hora en el frigorífico (opcional)

Picar el repollo en juliana y la panceta en cuadraditos. En una sartén con el fondo cubierto de aceite y a fuego medio, se saltea la panceta y, cuando ha soltado su grasita, se añade el repollo y se sigue salteando unos minutos hasta que se ablande un poco (los japoneses lo echan en crudo para que se cocine al tiempo que la tortilla, pero a mí me gusta un poco más hecho).

Se corta el beni-soga en trocitos y la cebolleta en rodajitas y se reservan.

Cuando se vaya a hacer, se saca la masa del frigorífico y se incorporan el repollo, la panceta, el beni-soga y la cebolleta, mezclándolo todo muy bien.

En una sartén, se echa un poco de aceite, se extiende con la brocha, se calienta a fuego bajo, se añade la masa de la tortilla para cuajarla, se cubre con una tapa y se deja cocer durante 5 minutos. Luego, se le da la vuelta para que cuaje por el otro lado, otros 4 o 5 minutos con la tapa puesta. Cuando está lista, se saca al plato donde se va a servir. En este momento, se espolvorea el aonori y se forma una rejilla con la salsa de okonomiyaki y luego en el sentido contrario con la mayonesa japonesa. 

Se pone por encima un puñado de katsuobushi y se sirve.

 

Y me he animado a hacer esta tortilla gracias a Concha Cabello, por lo que se la envío al El Club de la Tortilla Perfecta.