Ayer se me ocurrió una receta con conejo que requería que los dos lomos estuvieran limpios y deshuesados, así que fui a mi carnicería a comprarlo y le pedí al carnicero que me lo preparara de esa forma y, por separado, las patas, la asadurilla y la cabeza. Mientras lo despiezaba me di cuenta de que no me había deshuesado los lomos, no sé si porque él no me entendió o porque no me expliqué bien, pero como llevaba prisa decidí dejarlo como estaba y, sobre la marcha, decidí cambiar de receta.
Como a la parte contratante no le gusta ni la cabecita ni la asadurilla, he tomado una decisión salomónica, tres trozos de costillar para él y el cuarto trozo de costillar, la cabecita y la asadurilla para mí 😄
La receta que no pudo ser no caerá en saco roto, estoy empeñada en hacerla, de modo que a la próxima iré a un súper donde sé que venden por separado los lomos limpios 😄.
Ingredientes
Para el asado
Los dos costillares y 1a cabeza del conejo
Sal
Pimienta negra molida
1 vaso de vino blanco
Aceite de oliva
Para la asadurilla salteada
La asadurilla (hígado, corazón, pulmones, riñones)
Sal
Pimienta negra molida
Harina
Aceite de oliva
Para la mayonesa
1 huevo
Aceite de girasol
Zumo de medio limón
Dientes de ajo al gusto, como lo quería potente le he puesto 3 dientes de ajo.
Sal
Elaboración (2 personas)
El asado
Se precalienta el horno a 190º.
Se lava la cabeza que habremos pedido al carnicero que la parta por la mitad. Se salpimenta y se pone en una fuente refractaria.
También le pedí al carnicero que me partiera cada costillar por la mitad, se salpimentan y se colocan en la fuente.
Se echa un buen chorro de aceite y el vaso de vino. Cuando el horno ha llegado a la temperatura de 190º se introduce la fuente durante 20 minutos, una vez pasado este tiempo se abre el horno y se le da la vuelta a los trozos de conejo, cabeza incluida, y se tiene otros 20 minutos. Se comprueba si está tierno y, en caso afirmativo, se sube la temperatura a 205º y otros 5 minutos por cada lado y se apaga el horno.
Mientras el conejo está en el horno se aprovecha para saltear la asadurilla y hacer la mayonesa de ajo.
La asadurilla salteada
Se lava la asadurilla, se separa cada órgano, se quita la grasa y las telillas que pudiera tener, se salpimenta y se pasa por harina. En una sartén con el fondo cubierto de aceite se pone a fuego moderado y, cuando está caliente, se saltea la asadurilla varias minutos para que se selle y quede bien hecha por dentro, pero sin pasarse para que el hígado no quede duro. Se aparta y se reserva.
La mayonesa de ajo
En el vaso de la batidora de mano se echa el huevo, la sal y se va echando el aceite mientras se bate a máxima potencia, se añaden los ajo y los dientes de ajo y el zumo del limón y se sigue batiendo hasta conseguir la textura deseada, una vez terminada se introduce en el frigorífico hasta el momento de servir.
Montaje
Se reparten los trozos de conejo en cada plato y se adorna con una cucharada de mayonesa. El resto de la mayonesa se sirve en salsera aparte.
Aquí el plato de la parte contratante.
Y éste es el mío con la cabeza y la asadurilla.


En casa no comemos carne de conejo, eso no quita que me parezca una estupenda receta para los amantes de esta carne, además, ya veo que con tu " decisión salomónica" disfrutasteis ambos de lo lindo
ResponderEliminarAbrazos y buen fin de semana
Buenos días, Javier: soy consciente de que el conejo no es una carne que levante pasiones, pero a mí me gusta desde pequeñita y he conseguido introducirlo en casa y que nadie le ponga pegas, aunque si se les dejara se decantarían por otro tipo de carne 😄. Por otro lado, creo esta receta se puede adaptar a los contramuslos de pollo, por ejemplo.
EliminarUn abrazo y feliz finde.
Hola Gloria. Una de las razones de que tenga pocas recetas en el blog de conejo es porque lo suelo preparar siempre de la misma forma, al horno y con arroz. Tú has ido más allá, como siempre, y has maquinado una comida con pocas piezas que guste a todos, en este caso vosotros dos. Lo de que la cocina es imaginativa a ti te va como anillo al dedo, pero he echado de menos el proyecto de Marisa, ya que estás haciendo sitio a los productos navideños. Bueno, en la próxima será, ahora nos comemos el conejo que para eso está bien rico.
ResponderEliminarUn beso.
Buenos días, Lola: el arroz con conejo es una de mis asignaturas pendientes, así que me pasaré por tu blog para ver si me animo. Si te soy sincera, de todas las recetas que se pueden hacer con esta carne,, la que más me gusta es la de conejo con tomate y mi madre la bordaba, a mí no me queda, ni de lejos, tan rica como a ella.
EliminarPor mucho que lo hubiera querido, la receta de hoy no puede ir al proyecto de Marisa, ni con calzador 😄, otra vez será 😉
Besos y feliz finde.
Hola, Gloria.
EliminarTe diré que no cocino conejo desde que mi madre vivía, porque en casa solo nos gustaba a ella y a mí, aunque cuando era ella quien cocinaba, lo hacía para toda la familia, y aunque alguno protestara, era lo que había, jajaja...
De hecho las dos únicas recetas que tengo publicadas con carne de conejo, son el conejo en salsa, estilo andaluz, y con arroz, que son como únicamente lo he cocinado.
Leo que le comentas a Lola que tienes pendiente, no sé si es así, prepararlo con tomate, que es otra de las maneras que lo cocinaba mi madre, y que yo nunca he puesto en práctica, me costaría hacerlo porque en casa sí que no hay manera ya de meterlo en los menús, por eso sé que me estoy perdiendo un bocado delicioso con tu guiso de hoy, seguro que está para chuparse los dedos, que quieras que no, con esta carne siempre es necesario, jajaja...
Besos y buen fin de semana.
Buenas tardes, Concha: es una pena que no lo hagas en casa pues es una carne muy rica y saludable.
EliminarLo que le decía a Lola es que mi madre bordaba el conejo con tomate, pero que a mí no me sale como a ella. La que es mi asignatura pendiente es el arroz con conejo, como dices que lo tienes publicado iré a hacerle una visita, a ver si así me animo.
En parte tienes razón, para comer la cabecita a fondo no me quedó otro remedio que utilizar los dedos 😂
Besos y buen finde.
En casa no comemos conejo, no es porque no nos guste, pero tuvimos uno de mascota y a partir de ahí hay un antes y un después.
ResponderEliminarDe todos modos tampoco puedo con las asaduras, nadie es perfecto! Jejeje.
Hoy paso solo a desearte un buen fin de semana, pero no me quedo a comer.
Besos.
Buenas tardes, Ana: te entiendo, cuando se ha tenido un animal en casa, se vuelve una más sensible con ciertas cosas.
EliminarLo de la asadura también lo entiendo, hay muchísima gente que no puede con la casquería, mejor para los que sí la amamos, así no se encarece 😄
Muchas gracias por la visita, para otra ocasión ya buscaré algo que te guste.
Besos y feliz finde.
¡Qué bonica, Lola! No suelo leer los comentarios, pero como sé que ella sí que come conejo y le gusta como a mí, lo he hecho. Está pendiente de que una receta se venga al proyecto. No pasa nada porque las dos sois las que más compartís y la verdad, me alegra un montón. Sois el alma de 1+/- 100 y como ya nada es lo que era, todavía más.
ResponderEliminarYa te digo que en mi casa siempre se ha cocinado conejo y cómo no iba a ser así, si la paella lo lleva. También en casa se hacía con tomate y yo mira por dónde no lo hago porque me lo tendría que comer todo. Igual reduciendo cantidades.
Al horno no lo he hecho nunca pero lo comí en un pueblo de Castellón a la brasa, muy bueno.
Esperando quedo a que publiques la receta que tenía que ser y no fue.
Besos.
Sí, Lola siempre me insta a llevar recetas a tu proyecto, pero alguna vez tengo que cocinar con ingredientes que no sean sobras, digo yo 😄.
EliminarAl conejo, al ser una carne muy magra, le van muy bien las salsas y con tomate me gusta mucho, pero como no termino de darle el punto que le daba mi madre, me tiro a las salsas exóticas como, por ejemplo, el mole y pienso seguir explorando en ese sentido. Ya te he dado una pista 😉
Besos.